Dejen que Yo borre los surcos de sus frentes. ¿Qué es fruncir el ceño sino desconcierto? Parte de ustedes sabe que ustedes no están donde parecen estar, y eso es desconcertante. Ustedes están en dos lugares a la vez, aunque solamente existe el Cielo. Ustedes saben que algo falla cuando vislumbran solamente vida en la Tierra; cuando perciben las cosas como lo hacen los periódicos. ¿Cómo es posible que unos bellos Ángeles Terráqueos como ustedes se encuentren a si mismos en un espacio vació? El mecanismo que les hace fruncir el ceño sabe que esto no es verdad, sabe que ustedes no están aislados, sabe que ustedes pertenecen al Cielo y que nunca se alejaron, excepto en este vuelo acrobático de ensueño que ustedes identifican como vida en la Tierra.

Ustedes han pasado por alto su situación real y su verdadero propósito; han olvidado considerar lo que realmente cuenta. Ustedes han saltado varias páginas en el libro de sus vidas; lo leyeron demasiado apresuradamente. Ustedes se saltaron la idea central. Ustedes se desmoralizaron al entrar en los detalles; pensaron que ustedes eran las palabras que se van detallando, cuando en verdad, ustedes son el propio libro en toda su insigne magnificencia. Ustedes han sentido que han de pagar un precio por este libro; cuando se fundamenta en ustedes mismos desde el principio, y tampoco precisan hacer ningún desembolso.

No tienen que sufrir, amados; ese es un error del intelecto, cometieron dicho error porque ustedes ven la causa y el efecto, y exponen los argumentos para todos ellos. No existe motivo alguno para sufrir. El sufrimiento no es una secuela, excepto cuando ustedes se hipnotizan a si mismos. No importa que sobrevenga, ustedes no tienen que sufrir debido a ello. Como ocurre con todas las cosas, es una elección que ustedes hacen. Ustedes creen que no tienen más elección que sufrir, pero esa es una elección que ustedes decidieron hacer.

Ustedes han hecho todo lo posible para encapuchar a su gozo; ustedes han hecho que el gozo sea la máscara, pero sufrir es la máscara que les resguarda. Ustedes han hecho una máscara oscura, ahora pueden quitársela al dejar incorporarse más luz. Quizás ustedes se han vuelto cómodos en el oscuro calabozo en el que ustedes se han sentado; levántense, desalojen el local, destruyan la oscuridad, abran las cortinas y las ventanas, de par en par, y miren lo que parece el mundo cuando ustedes lo observan brillando en Mi luz. ¿Por cual extremo de mi telescopio les gustaría hojear? ¿A qué lado del espectro de luz les gustaría estar?

Ustedes están hechos de muchos colores, amados, dependiendo de cómo se consideren a si mismos. Sus mentes se vuelven los lapiceros con los que ustedes se colorean; elijan el amarillo brillante ahora, elijan la luz dorada. Guarden los colores sombríos, desháganse de ellos, de cualquier manera, son simplemente ilusorios. Ustedes son en verdad del color del amor. Elijan sus colores hoy, elijan el color que quieren con antelación.

El color que ustedes eligen es como un filtro, ya que la luz del sol no precisa de filtros. La luz del sol emana del sol como dorado puro; analícenla por entero y no solamente la parte posterior. Toda la luz del sol es bella, y su luz es brillante. Quizás ustedes hayan hecho un esfuerzo de concentración cerrando sus ojos para no poder ser deslumbrados por el esplendor del día; esos son los juegos que ustedes juegan con ustedes mismos. La vida es más que un deporte, es la pura realidad; y la pura realidad es un hábitat de belleza constante. No suban al estrado firmemente en sus vidas; sean un antílope que vaga un poco por la vida. No hagan de la vida un compendio de normas estrictas. Abran sus corazones de par en par, y dejen que la vida vaya entrando en ellos y que sea la invitada de honor que está sentada a su derecha.