Qué lindos son estos momentos que Nosotros pasamos juntos; Yo digo momentos, pero es una perpetuidad. Nosotros nos echamos una mirada, y nuestros ojos nunca se apartan los unos de los otros. Ustedes están embelesados con mis ojos mirando en los suyos. Mantengan sus ojos en los Míos, amados, ya que esa es la verdad de nuestra existencia. La verdad es que no podemos apartar la mirada el uno del otro. Cuales quieran que sean los relatos que sus mentes puedan contarles, esto es lo cierto; Nuestra perseverancia es verdad. Nosotros miramos profundamente al interior del alma y nunca abandonamos nuestras profundidades; ni siquiera por un milisegundo. Pero claro, ustedes piensan que lo hacen. Ustedes consideran que están apartando la mirada la mayor parte del tiempo. Porque su atención se vaya a cualquier otra parte, no significa que Nuestros ojos se retiren gradualmente. Si Yo estoy mirándoles a los ojos, Nuestros ojos se encuentran. Yo nunca aparto mis ojos de ustedes. ¿Sienten a mis ojos topándose con los suyos ahora mismo?

¿Perciben la luz de amor que se emite desde Mis ojos y que les cautiva? ¿Sienten como Miro a sus ojos como si fuese una caricia? Yo no les desconcierto mirándoles fijamente; Yo les miro a los ojos, y Nosotros estamos cautivados por igual. Yo miro profundamente a sus ojos y los suyos responden a los Míos. Nosotros nos reclamamos a nosotros mismos, Nos hacemos uno, Nos superponemos el uno al otro, por así decirlo. No somos aceite y agua, no somos una mixtura; somos amor sublime, amor neto, yendo al acecho por el universo, encendiéndolo todo, rellenando cada grieta de cada corazón.

Incluso cuando cierran sus ojos, Nosotros nos estamos mirando en profundidad; Nuestro amor es inmenso. ¿Sienten mi amor en sus corazones ahora mismo? ¿Sienten mi sonrisa en sus labios? ¿Sienten mis susurros en sus oídos? Yo suspiro silenciosamente; ustedes escuchan mi corazón, él late en el suyo. Mi corazón se adelanta a los suyos; así lo parece. En realidad, ustedes comienzan a escuchar al latido de mi corazón, y se dan cuenta de que es suyo. Su amor es tan grande como el Mío. Por supuesto, que ello ocurre porque yo les di todo Mi amor a ustedes; es todo suyo. Eso significa que es suyo para entregarlo como yo se lo doy a ustedes. Yo no retengo ni una pulgada de Mi amor, Yo lanzo amor como los mares; sin embargo, más enorme que cualquier Océano, es Nuestro amor. Es como Nuestros ojos. Nosotros nos intercambiamos miradas, las incorporamos. Unos ojos que no pueden dejar de mirarse los unos a los otros; así es Nuestro amor. No existen dos caminos; Nuestro amor va a todas partes y continúa entre nosotros. Nuestro amor es tan inmenso que jamás puede irse; cuanto más fluye, más permanece, ya que cuando todo esta ya dicho y hecho, no existe lugar alguno al que pueda ir el amor. El amor ya llena todo el universo; Nos deja sin aliento para simplemente, respirar. Nosotros respiramos amor; no existe ninguna otra cosa. Nuestro amor brota a borbotones, Nosotros nadamos en el; no existe ninguna otra cosa en la que nademos.

Este Océano de amor que hay entre nosotros, no mora entre Nosotros, es Nosotros; Es nuestro hábitat por así decirlo, incluso aunque el amor no consiste ni lo más mínimo en un entorno. Amor es todo lo que hay, por eso no queda más que añadir; solamente existe amor al que amar. Dejen que nuestro amor aplauda; Permitan que nos Zambullamos en amor y bebamos de él más y más. Para el amor laten nuestros corazones; no existe separación ninguna de él. El amor tiene derechos exclusivos sobre Nosotros. El amor nos absorbe, y Nosotros absorbemos amor. No existen dos maneras distintas de afrontarlo; el amor es unidireccional. Cuando todo es amor, no existe nadie para entregárselo y no viene de nadie. El amor simplemente, es; y Nuestro amor es inmanente. Nosotros estamos unidos en el amor, y jamás nos desunimos. Pero, también, Nuestro amor danza frente a Nosotros y a su vez, a todo nuestro alrededor.