Crea un Poco de Felicidad

God said:

Cuando uno de tus seres queridos deja la Tierra, los amigos te reconfortan, pero eso no te alivia. Quieres que el ser querido vuelva como antes. Cuando las lágrimas te cegan la vista, hay algo de aprecio por las palabras de tus amigos, pero no se te da el alivio que quieres. Nadie te dará siquiera la esperanza de que tu ser querido se aparezca en persona aunque sea una vez más, aunque sea solo por un momento. Hay una ley irrefutable de no regresar. No existen los quizás cuando de esto se trata.

En ese momento no te preocupas de que en algún lugar haya vida. Es una charla en vano. ¡Te hace un bien bárbaro! Lloras por lo que fue. No puedes olvidarte de eso. No puedes actuar como si no te importara el mundo. Tu corazón está sangrando, y no quieres alivio. Quieres que vuelva tu ser querido.

Tu corazón es un campo destrozado por la guerra. Sacudes la cabeza ante la noción de que las flores volverán a nacer en él. Pero, esa también es una ley irrefutable. Las flores nacerán. Tu corazón dejará de sangrar. Pensarás en otras cosas. Aprenderás a extrañar, no menos, sino con un dolor no tan mordaz. Las heridas abiertas sanarán. Habrá cicatrices. No será perfecto. No será como antes. Y aún así, con las cicatrices, sigues.

Llega el momento en el que hay alegría. No estás siendo desleal. Tampoco estás siendo un buen perdedor. Tan solo llega el momento en el que tu corazón ya no se niega un destello de humor, un destello de interés, un pensamiento distinto al de tener el corazón roto. Tus ojos comienzan a mirar hacia arriba, y por qué no, ahí hay un poco de sol. El sol todavía está acá. ¡Qué descubrimiento increíble! Y aún así ese momento de alegría lleva su propio dolor.

Recuperarte de la pena no es abandonar a tu ser querido, amado. Simplemente, estás quitando la daga de tu corazón. Debes hacerlo. Ya ha estado ahí por suficiente tiempo. No puedes quedarte para siempre en el duelo.

Llega el momento en el que sales de tu aflicción. La herida es menos aguda, pero todavía está ahí. Déjala como si fuera el tejido al lado de tu silla. Ahí te esperará.

Se te quito algo tuyo, eso es lo que sientes. Y te quedas, mientras vivas, sin eso que era tan preciado.

Se terminó un pullover.

Y ahora quizás sea tiempo de tejer crochet. Empiezas otro proyecto. Quizás empiezas muchos proyectos. No sabes qué va a resultar. Lo único que sabes es que tienes más que hacer que volver sobre los puntos de antes.

La soledad es mayor, y se vuelve una amiga. Escuchas tus propios pensamientos. Te contestas solo. Tu corazón ya no habla solo de tu pena.

Te estás despertando a la vida. Eso es lo que debes hacer.

Deja tu duelo ahora por el bien de aquellos que siguieron. Ellos se merecen más que tus lágrimas. Quizás ya están cansados de tu pena también. ¿Te están siendo desleales?

Para nada. Le están siendo leales al amor. Le están siendo leales a la vida. Nunca te van a dejar, ni tú a ellos. Sólo quieren que comiences a bailar de nuevo. No quieren una tumba como monumento a su amor. Quieren que cantes una breve melodía, que bailes un poquito, en su memoria.

Quieren darte las buenas noches y que descanses bien. Quieren saludarte en la mañana y ver que sigues con tu día para crear ahí un poco de felicidad.

Translated by: Cecilia R

 

Your generosity keeps giving by keeping the lights on