Equilibrio; sin duda ustedes habrán oído que es bueno estar equilibrados. En términos del mundo ello puede significar dividir su tiempo entre el trabajo y el esparcimiento de manera equitativa. Ello pudiera significar que no son ni introvertidos ni extrovertidos; podría significar un enfoque que se queda a la mitad del surco de la vida.

Me gusta decir que es bueno ser la persona humana que ustedes son. ¿Qué les da alegría?. Si el trabajo es su alegría trabajen en la medida en la que disfruten trabajando.

¿A quien le corresponde decir que ustedes tienen que dosificar porcentajes de sus vidas en alguna especie de arnés? ¿Quien desde el exterior ha de decir donde se encuentra su alegría?

El equilibrio que yo sugiero es que ustedes estén en un nivel estable sin importar lo que esté pasando en sus vidas.

Si ustedes disfrutan con la diversión más que con ninguna otra cosa, yo no sugiero que sean irresponsables. Las figuras que practican el deporte juegan y están trabajando. ¡Qué maravilloso es estar haciendo el trabajo que más les gusta ya sea contabilidad, o diseño, o la escritura, o limpiar la casa!.

Una mesa tiene que tener ciertas proporciones para ser resistente; las patas tienen que ser de igual longitud. Cuando se trata de la vida de las personas está la libertad. Una vida equilibrada para ustedes puede que no sea la misma que para otros.

Uno que es artista obtiene alegría en la escultura o en la pintura; un jardinero se alegra amando las plantas y cuidando de ellas. Ambos, artistas, y jardineros crean belleza. Los arquitectos, los ingenieros, y los carpinteros hacen lo mismo. Un contable crea un cierto tipo de belleza; así mismo ocurre con un carnicero, un panadero, y con alguien que hace velas. Existe belleza en la simetría y también belleza en la asimetría.

Y así es como acontece sucesivamente en la vida. La vida no tiene que ser simétrica para ser maravillosa y tampoco una asimetría tiene porque ser desequilibrada.

¿Hay alguien que no les conoce encargado de establecer normas para su vida? ¿Consideran acaso que los autores saben más que ustedes acerca de sus vidas y a cerca de donde se encuentra su felicidad? ¿Imaginan que alguien pudiera ser más experto en sus vidas que ustedes?

Disfruten de lo que les guste. No es cosa suya cortarse los pies para caber en la cama, y tampoco les corresponde modificar su alegría ni la dirección a tomar en la vida cuando alguien se lo diga.

Por supuesto que a su vez no les corresponde a ustedes descartar todo lo que se dice. Ustedes son libres de escuchar, ustedes son incluso libres de probar algo diferente a su elección. Las palabras clave son: Como ustedes lo prefieran.

A una persona le gusta viajar y a la otra le gusta quedarse en casa. ¿Es una mejor que otra? ¿Dónde dice que sea un error seguir a su corazón? Hagan lo que hagan hay algo que no están haciendo. Sean cuales sean los caminos que elijan hay sendas que ustedes no toman.

Los caminos pueden cambiar; los caminos pueden permanecer igual. A un artista le gusta pintar de pie, a otro le gusta sentarse a pintar. Uno ama el rosa y otro ama el naranja. A uno le gustan los círculos y el otro prefiere los cuadrados. A uno le encantan las líneas rectas y al otro las líneas onduladas. A uno le encantan los grandes trazos, y otro prefiere pintar manchas como puntos sobre el lienzo. ¿Acaso no hay espacio suficiente en el mundo para que todos puedan hacer lo que les dicten sus corazones? Sigan a su propios corazones con responsabilidad y observen a dónde les llevan.

En el mundo de hoy en día ustedes pudieran ser algunos de los afortunados que tienen la libertad de seguir los dictados de sus corazones. Ustedes no están como esclavos.

También los hay que tienen suerte de una manera diferente, ellos tienen que ganarse la vida de una u otra manera y su felicidad radica en hacer lo que está justo delante de ellos.

Uno podría preguntarse: "¿Qué quiero hacer?"; Otro puede preguntarse: "¿Qué tengo frente a mí para hacer?". Uno podría preguntarse: "¿Cuál es mi dharma?" Otro puede preguntarse: "¿Cómo sirvo en el día de hoy? "

El Dharma de un hombre puede ser el de servir, el de otro puede ser hacer música. La música también es servir. Hagan lo que hagan están ofreciendo un servicio. La felicidad está ahí para hacerla suya, y la felicidad es suya para darla.