Tu corazón es como una flecha que viaja directamente hacia su objetivo. Una vez que una flecha ha comenzado su arco sobre la curvatura de la Tierra, ya no se desvía. Se fija la dirección de la flecha y ella alcanza el objetivo que se ha determinado.

En el caso de tu corazón, esto es más cierto todavía. Tu corazón fija un objetivo: YO. Tu corazón ya está pre-programado para Mí. Tú no puedes fallar. ¿Cómo podría tu corazón no alcanzarMe? ¿Acaso no Estoy en todos lados?

Además, existe una doble garantía. No solamente tu corazón está fijado en Mi dirección, también Mi amor es un imán invencible que arrastra a tu corazón. Ahora mismo Mi amor te arrastra. Te atrae. Nosotros nos atraemos mutuamente. Tú ni siquiera tienes una chance de perderMe. Incluso si lo intentaras, no podrías. No hay dudas acerca de esta cuestión.

A ti no te queda otra opción. Ambos estamos predestinados a unirnos. Tu conciencia tiene que encontrarse con la Mía. Esa es Mi Voluntad. Jamás tendré otro tipo de voluntad.

Puedes verlo de esta manera:

Algo se está cocinando en el horno. Se ha puesto el cronómetro. Tú te vas a hacer tus cosas, y puede que hasta te olvides de que algo se está cocinando. Pero cuando el cronómetro se apaga, lo recuerdas de inmediato. Tu atención se dirige a lo que se estuvo cocinando todo este tiempo. Lo habías olvidado solamente por un momento.

Ahora bien… ¿Cómo podrías olvidar algo a menos que ya conozcas ese “algo”? Tú atención regresa a algo con lo que ya estaba familiarizada. Un recordatorio dirige tu atención a lo que había sido temporariamente olvidado. La alarma del cronómetro te hace recordar algo que tú realmente no hubieses olvidado, a no ser que tu atención haya estado puesta en otras cosas.

Este cronómetro del cual Yo hablo es un cronómetro universal y especial. Cualquier cosa puede activarlo. No se limita únicamente a activarse en los momentos específicos en que está programado para que se active. Puede comenzar a cronometrar en cualquier momento. Te lo explico de otro modo: Este cronómetro está programado para activarse, no solamente de vez en cuando, sino cuando sea necesario. No posee ningún ajuste de reloj. Tarde o temprano, algo lo pondrá en funcionamiento. Podría ser una acumulación de eventos el motivo del ‘encendido’. O quizás podría ser una chispa de gran importancia. Podría encenderse ahora mismo.

Pero… ¿acaso importa cuándo y cómo? Lo que realmente importa eres tú, y soy Yo. Y Nosotros tenemos una cita pendiente. Ya está dispuesta. Dentro de un instante, Nosotros Nos encontraremos. Irrevocablemente, tú y Yo Nos encontraremos, y nunca jamás Nuestra unión será olvidada. Nuestra Unidad suplantará al olvido. Será realmente inolvidable. Tú te preguntarás cómo es posible que alguna vez la hayas olvidado.

Este es un poema de amor que hoy te envío. Mi amor está llamándote. Nosotros queremos conocernos. Yo estoy tratando de establecer Nuestra cita. Y pienso que ahora es un buen momento. Yo estoy disponible. ¿Tú lo estás?

Si, puedes dejar de lado todo aquello que pienses que tiene mayor trascendencia que Nuestro predestinado reconocimiento. Despójate de cualquier cosa que pueda interferir contra este momento crucial de vida, contra esta culminación de todo tu errante olvido, esta culminación de tu deseo más profundo, esta culminación de Mi Voluntad y de tu voluntad, este recordatorio que expresa que nunca Nos hemos separado, este recordatorio que ratifica que tu mente ha deambulado pero que Nosotros nos hemos mantenido siempre inalterablemente juntos, este dulce recordatorio que reconoce Nuestra incapacidad para olvidar.

Mi mirada fija sobre ti está penetrándote ahora mismo. Así es, tus ojos se han sumergido en los Míos. Tú no puedes apartar la mirada. Yo soy un Amante apasionado, Yo te pertenezco, y tú Me perteneces. Nuestro entrelazamiento es completo.

Así es, ésta es Mi carta de amor para ti. La tinta del sobre se derrite. Nosotros ya no podemos distinguir el nombre del remitente, ni tampoco el del destinatario, debido a que no existen dos, sino Uno y el Mismo. ¡Solamente existe Uno de Nosotros para llamar, y el Mismo de Nosotros para responder!