Heavenletters™ No 2440: DEJA A TU CORAZÓN HABLAR LIBREMENTE - Julio 31, 2007
DEJA A TU CORAZÓN HABLAR LIBREMENTE
Heavenletters™ No 2440 Acercando la Tierra más al Cielo
Julio 31, 2007
Traducción: Héctor Santos Ramallo
Edición: Anita Manasse – wayran [at] gmail [dot] com
El CIELO se encuentra aquí para alcanzar a cada alma para volver a despertar.
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra creencia en nosotros mismos *
* Nuestra consciencia de nuestra valía compartida con Dios*
* Paz en la Tierra *
* Dios siempre nos está acercando a Él.
Dios dijo:
Si actualmente no son generosos, aprendan a serlo.
Dentro de la palabra generosidad esta la raíz de la palabra gen. Ser generoso es el reconoci-miento de la unidad de todos, y de tratar a todos como les gustaría ser tratados. La generosidad es la Regla de Oro. La generosidad empieza con ustedes, mis queridos. Ustedes bien pueden ser los primeros. Por supuesto que sí, porque su visión es mayor. Aquí está la cosa: cuando parecen ser generosos con otros, se legan a sí mismos. Cuanto más se aman a sí mismos, más fácil será dar. Dar no pretende ser algo que tengan que aprender. El ser menos generosos es lo que tienen que olvidar.
Ustedes están dejando ir sus apegos. No se trata de dar sus apegos. Ellos se conservan.
Cuando alguien les pide que hagan algo por ellos o que les dé algo, inclínense por decir sí. Real-mente no les cuesta. Cada vez que dicen que no, ya sea en palabras o en su corazón, se crea un bache, y el flujo de la vida se interrumpe.
A veces sienten el dar, y a veces no. Cuantas más veces den, más fácil será. Yo no pido que ustedes sean tontos. No, yo les estoy pidiendo que sean prudentes. Tengan sabiduría en sus corazones para saber que pueden dar y no den mucha atención a ello.
Sin embargo, tienen que dar con amor en su corazón. El dar sin alegría no se siente bien, y no reciben la bendición, ni tampoco ustedes la dan.
Tampoco significa esto que deben dar y seguir dando donde lo que dan no se valora. Al dar, no nieguen el respeto a ese regalo, pero al mismo tiempo, no esperen respeto, ni incluso un simple gracias. La espera de reconocimiento es como la mano estirada de un mendigo. Ustedes no han de ser un mendigo. Ustedes están destinados a ser un dador. Por lo tanto, den y no necesiten. Al mismo tiempo, si tienen necesidad, no lo nieguen. Ustedes son personas muy dignas. Y, sin embargo, hay momentos en que dar es una falsedad, y ustedes no hacen declaraciones falsas. Ustedes no deben siempre mal dar. Dar demasiado es no dar. Es tomar.
Y, sin embargo, deben dar. Den tanto como su corazón pueda dar. Todavía no están dispuestos a regalar todas sus posesiones. Todavía hay una pequeña presa en sus corazones que bloquea su amor. Quiten esa presa, y estén dispuestos a dar, y estén listos para recibir. Todo esto pro-viene de la apertura de su corazón.
Por lo tanto, el mensaje es para que abran su corazón. Su corazón abierto es lo que hay detrás. La Generosidad de un corazón es un corazón abierto. Abran y abran su corazón tartamudo. Dejen a su corazón hablar libremente. Que hable por ustedes.
Yo no pido que paguen la renta de alguien y no paguen sus cuentas. Sin embargo, Yo digo que no siempre se pongan en primer lugar. Cuando ustedes siempre deben ponerse en primer lugar, ustedes vienen de la debilidad y no de la fortaleza. Como Mis Hijos, provienen de la fuerza, mis queridos. Cuando hay un Padre / Madre Dios, como Yo, ¿por qué vendrían siempre menos que de la fuerza? ¿Por qué cada vez vendrían de un miedo estremecedor? Ustedes tienen que venir desde el amor, por que proceden del mismo. No nieguen el amor en su corazón. Una de sus más profundas necesidades es dar, ¿y que hay que dar, sino amor? ¿Qué más tienen realmente? ¿Qué otra cosa es suya para siempre jamás, y que más es Mío para que ustedes den, pero el amor, Amor Todopoderoso, el amor que fluye desde su corazón?
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Gloria Wendroff, Escritora de Dios
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