Nunca sabes qué viene en una Heavenletter cuando aparece ante ti. Las Heavenletters son para quien las quiera, por así decirlo. Es como si alcanzaras Mi Corazón. Tú tomas Mi Corazón. No es que me arrebatas Mi Corazón. Mi Corazón es más como una ciruela madura que cae en tu mano.

Podemos imaginar que existen un número infinito de Heavenletters, un número sin fin de Heavenletters no exactamente guardadas pero disponibles en cualquier momento, y no existen dos Heavenletters que se repitan, aunque cada Heavenletter es un eco de sí misma.

En cierto modo, podría haber un Diamante de una Heavenletter cuyas semillas son esparcidas por todas partes.

O, podría decirse que las semillas de las Heavenletters son ensambladas y desarmadas y se vuelven aensamblar a sí mismas.

Podría decirse que cada Heavenletter viene por casualidad. Podría decirse que toda Presencia de una Heavenletter es una conclusión inevitable.

Existen también en este mundo un número infinito de Corazones y Almas sintonizadas, también disponibles para Escucharme, cada uno en su propio sabor, cada uno para extraer determinados matices de mensajes de Mí y colocarlos de nuevo o dejarlos en el aire.

Las Heavenletters siempre se elevan y se ponen como el Sol, y cada una es única, y sin embargo, ¿qué mortal puede decir exactamente cómo una Heavenletter llega a la Tierra? Tú puedes saber que Yo la otorgo.

Qué patrón concibe cada Heavenletter. Cada Heavenletter es nueva, y cada una siempre ha sido. Nunca hubo un momento en el que no hubiera una Heavenletter por el nombre que sea que se le haya llamado.

Las Heavenletters se almacenan sin ser almacenadas. Ellas son un lenguaje en sí mismas. No están en el lenguaje. Están antes del lenguaje. Están llenas de un vacío que lo contiene todo.

Ellas son la Escritura en el Viento.

Ellas están codificadas. No son fabricadas. Son escuchadas y son presenciadas. Están firmadas, selladas y entregadas. Son eternas, y fluyen dentro y fuera y más allá del alcance de cualquiera. No guardo Heavenletters en Mi palma. No están estampadas en relieve. Son como el Amor fluyendo hacia dentro y fuera del Universo. Están encantadas, por así decirlo.

Las Heavenletters son una vibración. Son momentáneas. Están para el momento. Se crean a sí mismas. No pueden determinarse, y sin embargo surgen. Son una Creación de un Momento y después regresan de donde surgen. Ellas surgen, pero no pueden ser resucitadas. Son una Alegría para contemplar, aunque no sean visibles.

Son como un empujón. Desaparecen de la vista, como si nunca hubieran sido vistas. Es una exageración decir que son vistas. Sin embargo, puedes rastrear las Heavenletters. Son una esencia tan transparente que su esencia no aparece o desaparece exactamente, pero cada esencia es como un perfume de una Hermosa Flor de Vida, incluso cuando la Esencia es el Aliento Total de Vida.

Las Heavenletters tocan tu alma. Deben llegar hasta ti. Llegan hasta ti valientemente, por así decirlo, mientras sólo pueden llegar hasta ti sutilmente.

Las Heavenletters no están limitadas en el espacio. Son barridas ante tus propios ojos. Tus ojos no son capaces de ver, ni tus oídos de oír, y sin embargo, las Heavenletters son vistas y escuchadas como elementos de la naturaleza que están destinadas para que las aceptes. Tienes una idea de ellas. Ellas no tienen forma, pero parecen surgir, cada una simultánea, cada una igual, pero no igual, completa y nunca completa, una fuente más allá de la creencia de la Verdad Más Profunda en la que no puedes poner el dedo, sin embargo, reconocible. Hay algo aquí. Algo es.

Las Heavenletters son Mi Voluntad, pero no requieren para nada la Voluntad. Son evanescentes como olas en el Océano.

Las Heavenletters también son como las ballenas que se sumrgen y emergen del Océano y salpican el agua.

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