Dios dijo:

No hay nada más que hacer que amar. Amar te parece difícil a veces o frecuentemente, sin embargo es tu juicio lo que es duro. Sin juzgar, amar sería fácil. El juzgar es lo que entorpece tu amor. Llevas el juicio al corazón, en vez del amor. Crees en ser santurrón y petulante. Tiendes a favorecer el juicio y a despreciar al amor. De esta manera eres fiel al juicio e infiel al amor. Aprendiste esto en el camino. Apostaste al caballo equivocado. Desaprende a juzgar ahora.

Apasionado por el juicio, renuncias al amor. Haces que el amor espere.

O por lo menos, tiendes a querer ser amado primero. Tiendes a querer todo o nada. Es tu propio juicio lo que hace que la vida sea más dura para ti.

Qué es dejar ir al pasado sino dejar ir a tus juicios? El amor te beneficia. El juzgar estorba. Una persona o pensamiento es aceptable para ti, y otros no. Y entonces, al juzgar, tú haces trampa a la vida. Tiras la vida hacia arriba, y cae en tu juicio.

Tú mente te da permiso o no para amar. Muy frecuentemente tu mente te da poco permiso. Se supone que algo debe pasar antes de que puedas dar tu amor. Es como si pelearas con uñas y dedos con el amor, como si la causa para amar viniera antes que el amor. Probablemente consideras al amor como una inversión que se supone que debe darte altos beneficios, cuando se supone que el amor debe fluir, no como lágrimas, sino como un arroyo de montaña.

El amor no está destinado a ser una decisión que tomas. El amor es tu inclinación natural. Quizás has bloqueado el flujo de tu amor, como si se te hubiera asignado cierta cantidad en una vida, como si fuera mejor restringir el flujo del amor. En vez de amar, previenes el flujo de tu amor, haciendo que el amor dependa de muchos factores. Cásate con un hombre o una mujer, pero deja que tu amor fluya siempre. Abre tu corazón. No lo obstruyas. No pongas escombros en el camino del flujo de tu corazón. Tu corazón debe amar. Considera aceptar amor. El amor no necesita tener fanfarria. Acepta el amor. Acepta tu amor y dalo.

Es maravilloso amar. Al mismo tiempo, es normal amar. Naciste para amar. El amor es mejor que la astucia, por mucho. Remueve las compuertas que han bloqueado tu amor y tu recepción de amor. Deja encendida la luz de tu amor. Sé hospitalario con toda alma en la Tierra. Jueguen limpio con ustedes mismos, amados. Es a ti a quien le niegas la alegría del amor. Otros pueden vivir sin tu amor. Eres tú quien no puede vivir sin dar amor. El amor se reduce a ti. El amor no es sobre otros. El amor es sobre ti.

La vida es cuestión de amor.

Puedes vivir solo, sin embargo no puedes vivir sin dar tu amor. Tu amor es para ser regalado. Debes ser un principiante del mundo. Eres más que un receptor del mundo. Eres más que un ocupador de espacio. Eres más que una audiencia. Debes emanar calladamente tu amor a todos, no para algunos. No a unos pocos, sino a todos. El amor no significa fanfarria. Significa una emisión y recepción de tu corazón.

Tu corazón está supuesto a ser oro, no un pedazo de hielo que aún no se ha derretido. Honra tu corazón. Honra al amor. El amor fue lo que te creó. Tú eres amor. Estás aquí en la Tierra para dar el amor que eres. Tú eres amor, y eres para el amor. Si, considera la aceptación del amor. El sol se eleva cada mañana. Tú debes elevarte como el sol. Sé el sol que lo ilumina todo.