RECOBRANDO EL JARDÍN DEL EDÉN
Heavenletters™ No 2992: Acercando la Tierra más al Cielo
FEBRERO 02, 2009
Traducción: Héctor Santos Ramallo
Edición: Anita Manasse – wayran [at] gmail [dot] com

El CIELO se encuentra aquí para alcanzar a cada alma para volver a despertar.
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra creencia en nosotros mismos *
* Nuestra consciencia de nuestra valía compartida con Dios*
* Paz en la Tierra *
* Dios siempre nos está acercando a Él.

2992 Recobrando El Jardín del Edén,
2 de febrero 2009

Dios dijo:

Imaginen que ustedes llevan el globo del mundo. Sus brazos lo rodean. Ustedes llevan el mundo en sus brazos.

Ahora imaginen ser paridos por este mundo que llevan consigo. Ustedes son la madre o el padre de la Tierra, y también surgen de dentro de ella. El mundo es su hijo, por así decirlo, y ustedes son hijos de la Tierra. Ustedes son definitivamente un Niño de la Tierra. Desde el Cielo, nacieron en la Tierra, y nacieron al mundo. El mundo no es independiente de ustedes, mis queridos. Ustedes son el más mínimo aporte, y también el participante. Ustedes y el mundo se funden entre sí. Montan la bicicleta de la vida en la Tierra juntos. El mundo y ustedes pedalean, y así se mantienen al día con los demás. Así lo alcanzan. El mundo los refleja, y ustedes reflejan el mundo. ¿Qué fue primero, ustedes o el mundo?

Ustedes, mis queridos. Llegaron primero.

Podemos decir que el Jardín del Edén fue el primer mundo. La duda se deslizó como una serpiente. Los pensamientos se identificaban con la persona que los tenía. Los pensamientos personales quedaron atrapados. Los pensamientos pasaron por todas partes. Nació la conmoción. El sentimiento de soledad creció. Por temor a ser despojados, la gente dejó el Jardín del Edén, e inventó un mundo de discordia, en parte por el miedo y en parte por el gusto de hacerlo.

El Jardín del Edén, todavía existe. Todavía es pensado. Es anhelado. Se cometieron errores, y los errores no quisieron ser admitidos. Y así, la frustración creció, y se convirtieron en países en conflicto y en guerra. Todo era un encubrimiento. El encubrimiento del Jardín del Edén tenía que ver con el error y no con el cuerpo inocente.

Y la Tierra se convirtió en una sólida roca.

Aunque hay muchas dimensiones de la mente, la mente aterrizó en una tierra donde los conflictos pueden existir y hacen mucho. Departamentos de lucha de un tipo u otro se han creado. Ministerios de justicia, por ejemplo. Las luchas fueron honradas como si fueran reales e importaron más que la vida misma. Honradas más que el amor. Honradas como prueba de que la lucha era necesaria. Las leyes tomaron el lugar de la conciencia. La conciencia fue mini-mizada, a veces olvidado de plano, como si los conflictos fueran reales y la conciencia un concepto no muy respetado cuando había sido hecha, en el tiempo, y ahora ésta es la visión de cómo se considera la vida.

Fueron hechos requisitos, y el amor fue dejado de lado. En lugar de libertad en el mundo, recibieron el mandato de control. Hay reglamentos que regulan muchas cosas irreverentes. Los perros tuvieron que ser licenciados. La riqueza se convirtió en dinero. El dinero se convirtió en un valor.

Todo tuvo que ser establecido de tal manera que todos tuvieron que seguirlo. Se hicieron todo tipo de límites resbaladizos. Las leyes fueron como tocar el saxofón. Fueron trasladados hacia arriba y abajo según la canción que se estuviera reproduciendo y la discreción con la que se reproduce. La confusión y el caos ocurrieron. Dimensiones externas a la vida humana se levantaron, y allí estaban los complementos y allí estaban las salidas, y rara vez se reunieron las dos.

Aun así, no hubo una parada para el amor. Aun así, el amor encontró todos los rincones para descansar, y el amor se ganó una reputación. Más y más gente recordó el amor y lo reconoció en su ser. Se propagó el amor. Cultivaron el amor no importando lo que estaban haciendo. Se alimentó el amor, y se plantaron las semillas del mismo. Amaban las semillas y lo que llegarían a ser. Poco a poco, debido al abundante amor, el Jardín del Edén creció de nuevo hasta que finalmente todos reconocieron donde se encontraban. Todos se regocijaron con el retorno y la reactivación de la tierra, como era cuando fue la primera producción del Cielo, comúnmente conocido como el Jardín del Edén. Se hizo evidente.

Muy pronto los límites fueron retirados. La verdad reinaba y los encubrimientos fueron destronados, y a la mañana siguiente, cuando todo el pueblo se despertó, se restregaron los ojos y una vez más, supieron sin duda que estaban viviendo en el Jardín del Edén.

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Gloria Wendroff, Godwriter
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