Agarren una página de Mi libro; ¿acaso no Me están aprendiendo a emular? ¿No están encontrando Mis pisadas y poniendo las suyas sobre ellas? ¿No son acaso Mis aprendices, y no les estoy enseñando como vivir en el mundo? ¿No es la vida como un gran curso que están haciendo?. Ustedes se han matriculado y están aprendiendo; están aprendiendo como vivir en el mundo, al mismo tiempo en que viven en Mi Corazón. Tienen mucho de lo que ocuparse en el mundo, y solamente una cosa espiritual que hacer; acercarse más a Mí. Todo lo que necesitan para acercarse mas a Mí, es reconocer lo cerca que se encuentran de Mí.

Ciertamente encontrarán señales claras a lo largo del camino, pinceladas que removerán sus Corazones, que les azuzarán y que les incitarán a echar un vistazo. No olviden que lo mas importante en sus vidas espirituales es venir a Mí. Las experiencias espirituales dramáticas no son lo que mas importa; ni siquiera son pasos que tengan que hacer, son solo señales. Su conciencia de vida Con-migo depende de lo alerta que estén sus propias conciencias; esa es la única cosa que puede cambiar. Cuando se encuentren con experiencias maravillosas por el camino, tomen nota de ellas, pasen por encima de ellas y continúen su camino. Las experiencias maravillosas no están ahí para ser impedimentos. No deben de quedarse atascados en ellas; préndanles unas velas, dejen se vayan, y vengan a Mí.

Ustedes no están buscando experiencias, están buscando una mayor sensibilización consciente de Mí; eso es todo. Lo cual es lo mismo que decir, buscando la verdad. Ustedes están caminando por una senda que les lleva hasta Mí; por el camino pueden visualizar señales. La senda hacia Mí es recta, y en realidad no necesitan señalizaciones ni escenas callejeras por el camino; se convierten en distracciones. Lo mismo que ocurre cuando caminan a lo largo de un bazar, hay muchas casetas que les tientan a pararse; no se entretengan demasiado, es mejor que prosigan su camino.

A pesar de lo encantadores que son los Ángeles, si les ven, salúdenlos, denles las gracias y continúen su camino hacia Mí. Están caminando hasta llegar a Casa. Digamos que ustedes están caminando por un prado, tienen una meta en mente; le podemos denominar Destino. Seguramente, por el camino cogerán flores y disfrutarán; puede que se encuentren con mariposas y ciervos por el camino y disfrutarán con ellos, ¿por que no? Sin embargo, ellos no eran el propósito de su peregrinaje. Existe un lugar a donde se dirigen, y ese es amados, a Mí. Tenemos una cita; ¿no me tendrían esperando mientras se ocupan de increíbles y poderosas experiencias espirituales, verdad?

Qué maravilloso es que puedan experimentar otros dominios de vez en cuando; siéntanse remolcados, encuéntrense con experiencias increíbles, algo que contarles a los suyos. Estas experiencias espirituales tienen un efecto sobre ustedes; y así y todo, tienen que despertarse de ellas o retrasarán su llegada. Ellas ya han pasado, y ustedes saben que no se vive en el pasado; ustedes saben que hay que seguir adelante. Las grandes experiencias espirituales son como los libros grandiosos que ustedes leen; les apasionan y sin embargo, pasan sus páginas.

Cuando el libro se termina, simplemente terminó; se deleitan con sus recuerdos, y aun así, no dejan reposar sus laureles allí. No insistan en quedarse allí ya más. Sus vidas no se basan en persistir. Existen etapas buenas en la vida; quizás fueron héroes; sin embargo, no pueden pasar sus vidas reviviendo dichos tiempos de gloria. Ustedes no pueden volver a reenfocarse si tuvieron enormes experiencias espirituales y más de lo que pudiera comentar a menudo un soldado cuando ha sido un héroe de guerra. El heroísmo sirvió ya su propósito; ahora solo son palabras. Fue una época preciosa, pero nadie puede permanecer en ella, amados. Lo mismo ocurre con las experiencias. Déjenlas donde están. Ustedes y yo tenemos una cita.