Miren árboles hoy; cuando sus ojos alcancen sus copas, entonces, sigan mirando hacia el Cielo. Si no aciertan a divisar el Cielo, imaginen que lo ven, reposen sus cansados ojos en él; suspiren por él.

Amados, existe un lugar de encuentro del Cielo y de sus corazones. No importa hasta donde sus ojos puedan escrutar; ya que ustedes están mirando hacia dentro. Ustedes tienen el concepto de Cielo, porque el Cielo está dentro de ustedes mismos. Sus corazones conocen el Cielo; sus mentes tienen palabras para él. El Cielo es la levadura de sus corazones; es el paraíso es visto a través de Dios en sus corazones. Sus corazones son Mi canal.

Eleven sus ojos por encima del trazo del horizonte, dejen que sus corazones y sus mentes escalen los árboles más altos; trépenlos y exploren el Cielo desde una posición aún más estratégica.

Sean como los piratas y suban por el mástil para poder ver hasta donde llegue su vista; al mirar hacia lo alto, ustedes se elevan más. Adelante, sean piratas del Cielo, saquéenlo descaradamente; tomen sus tesoros. Encontrarán sus nombres sobre cada cofre y botella. Ustedes no están robando; ustedes están tomando lo que les pertenece legítimamente.

Sean ladrones de gatos del Cielo. Desde la azotea, en la noche más oscura, miren hacia arriba y el Cielo podrá verse. El Cielo no puede ser extraído de ustedes.

Ustedes pueden pensar que están desvalijando las estrellas nocturnas; pero se están llevando solamente lo que yo les doy, aquello que yo les he dado. Yo les proporciono todo.

Aquello que ustedes no pueden ver con sus ojos tiene mayor poder que lo que ven con ellos. Aquello que no es tangible, es superior a lo tangible. ¿Creen lo que les digo? El amor es más poderoso que el dinero; el amor tiene una energía mayor y un poder mayor. El dinero solo posee aquello con lo que ustedes le dotan. Un trozo de papel en el que pone escrito “un millón de dólares”, es el mismo papel en el cual se imprime un billete de un dólar. La mente concede valor al trozo de papel; no tiene vida propia. El dinero compra muchas cosas en el mundo; pero nada posee el poder que viene del cielo. El dinero no llega del Cielo; pero el amor si.

Esto no significa que tengan que menospreciar el dinero en la tierra; lo necesitan para cachivaches. Pero no comparen el dinero con amor, el dinero es finito; el amor es infinito. El dinero puede ser gastado, el amor solo puede ser ampliado. Las esporas del amor nacen en el Cielo y caen del Cielo. Yo exhalo amor. Maná del cielo es el amor que yo envío. El amor Cae del Cielo y ustedes suben al Cielo. ¿Que otra cosa es el Cielo, sino amor, amados?

Deseen dar amor; abastezcan desde altas cotas de consciencia. Dejen a su amor ser dispensado en la tierra como confeti cayendo desde la parte de arriba del edificio “Empire State”. ¡Cuan bellamente su amor se fluye y recoge corazones con él! Ustedes son recogedores de corazones; ustedes los recogen, y los lanzan al Cielo como lo harían al lanzar peces de vuelta al océano.

¿Hay algo que objetar? ¿Piensan acaso que ustedes tienen que mantener sujeto al amor, cuando el amor volaría gratis y no habría que contenerlo? Siempre existe más amor del que puedan contar. Ustedes no necesitan estar desprovistos de amor; siéntanse faltos de dar amor, esa sí es una verdadera necesidad.

Dejen que sus ojos proyecten amor al cielo; sostengan al Cielo desde la Tierra. Cada vez que miran hacia arriba, ustedes están emitiendo un voto para el Paraíso.