Todo es fácil para Mí; todo es fácil en la Inmensidad. Es en los pequeños recovecos de la Mente Humana donde las cosas resultan difíciles. Imagínense por un momento que ustedes crean todo aquello que desean; entonces, simplemente lo crearían, emanaría de sus corazones. Consideren lo que les gustaría crear, y entonces, véanlo aparecer ante sus ojos desde sus propios corazones. ¡Ah!, pero… ¡Por supuesto!, Nosotros no nos referimos tanto a las cosas triviales que ustedes ambicionan; imaginemos cualidades.

Yo trabajo en las cosas que ustedes consideran como abstractas; lo abstracto son esas cosas fascinantes que no pueden ser concretizadas, como por ejemplo, el amor. No tiene líneas que lo delimiten. El amor existe en formato libre, y se aventura a ir a todas partes; no puede ser capturado, no puede se enjaulado. Mientras que a ustedes les encantan las definiciones, se deleitan con las líneas trazadas, conectadas, encuadradas y que lo envuelven todo; confinadas, en realidad. Quizás ustedes prefieran trabajar con contracción en vez de con expansión. Quizás prefieran escoger llevar pañales a prendas de pensamiento holgadas.

Quizás les guste que sus pensamientos sean como pelotas de béisbol bien duras, que se ensamblan rígidamente, más que una pelota de playa que rebota alto y que parece efervescente. Quizás prefieran caramelos tradicionales a los caramelos masticables del pensamiento. Quizás prefieran puntos al final de las frases. Quizás prefieran cerrar puertas más que abrirlas. ¿No hay quizás que valga, verdad amados? Ustedes gozan con los espacios reducidos; les encanta acurrucarse allí, les encanta que una cabaña se convierta en su casa. Quizás prefieran los finales a los comienzos.

Ustedes habitan en el universo; ustedes son una parte de él. Ustedes no están en un hogar para jubilados donde se sientan en una mecedora en la veranda. Levántense, abracen al universo, ofrézcanle sus cuidados; es su jardín floreciente. ¿Qué desearían plantar en este vasto universo? ¿Qué semillas escogen para sembrar?

Quizás hayan dejado de plantar; naturalmente, ustedes tienen que plantar antes de recoger la cosecha. ¿Qué les gustaría cosechar?; planten eso entonces, amados. Eso es lo ustedes hacen en realidad; ustedes plantan ciertas variedades de energía, y cosechan lo que han plantado. ¡Oh!, si, por su puesto, algunas malas hierbas llegan volando a sus jardines, y desconcertados, las encuentran allí; ustedes no las plantaron, no les pertenecen, sin embargo, están en sus jardines. Estamos hablando del jardín por el que sus mentes caminan. Quizás lo que ustedes vean como una mala hierba, no lo sea; quizás se trate de una flor exótica. Pero si se trata de una mala hierba, simplemente extráiganla y tírenla. No se perturben a si mismos por ello. Una mala hierba acabó por llegar hasta allí. No es algo monstruoso.

En la Inmensidad, nada es enorme. Los aspectos específicos no radican en la Inmensidad. Ustedes plantan las semillas, y simplemente las observan crecer. Escojan algunas plantas exóticas, amados; quizás no sean tan extrañas como ustedes piensan. Consideren por unos momentos que todo el mundo tiene un jardín secreto, escondido incluso de ellos mismos; de noche, cuando duermen, están ocupados con el. De noche, cuando están dormidos, ustedes se encuentran ajetreados con su jardín.

Piensen sobre ello; ustedes plantan un jardín en sus mentes durmientes, y después se olvidan de él; sin embargo, crece cada noche, y por el día se olvidan de él. Trabajen en él de todas formas amados, durante el día. Sepan que hay un jardín que existe más allá de su conocimiento diurno; aliméntenle. Porque ustedes no lo recuerden, no significa que ustedes no se encuentren involucrados en el. Ustedes están implicados en grandes plantíos. Ustedes son algo así como un increíble artista; su arte fue creado mientras dormía, y durante el día, lo va pintando.

Sustenten todo aquello que esté siendo cultivado, amados. Nutran a sus corazones según van creciendo en comprensión; él se agranda para ustedes, y con el fin de que ustedes puedan explorar luminosas estrellas centelleantes, y galaxias. Y galaxias, amados.