Dejen el Juego de los Recuerdos Infelices
La cura para todo lo que los aqueja es echar a sus pensamientos. Algunos de ellos pertenecen a Mis divinos hijos e hijas y algunos no. Acepten esta modalidad por adelantado y estarán agitando sus pensamientos. Ustedes los rodearán casi automáticamente. Sus pensamientos de consternación se irán en un camión y sus pensamientos que elevan el espíritu se irán a las verdes pasturas en donde podrán rumiar.
¿Por qué conservar pensamientos que los atormentan? Cuando se dan cuenta que la hiedra venenosa les causa irritación, ustedes se mantienen alejados de ella. Cuando tienen pensamientos que los atormentan, ¿por qué tendrían que ser diferentes de la hiedra? Ustedes no tienen por qué continuar exponiéndose a pensamientos que no les son buenos. ¿Cuál es el sentido de ello?
¿Por qué colocar su corazón sobre el bloque para que sea cortado? ¿Acaso no es eso lo que ustedes hacen cuando aceptan pensamientos tormentosos? Quizá crean que necesitan ser castigados una y otra vez….¿para qué? No se sentencien a castigo eterno; alejen los pensamientos tortuosos. Envuélvanlos en periódico y cávenles un agujero en la arena. Estos no les pertenecen, no necesitan conservarlos. Cuando ustedes tienen una herida, la dejan en paz y le permiten sanar. No están abriéndola para ver cómo va.
Ustedes son un Hijo de Dios, ustedes son Mi hijo. Yo los envié a la Tierra para dar alegría, no para castigar y castigarse. La alegría les pertenece. Tengan una memoria corta, amados. Ya es suficiente el que hayan experimentado o visto o leído sobre algo que desearían no haberlo hecho. No se empapen en un baño de tales pensamientos. Sustitúyanlos por otros, abran otro cajón de pensamientos y busquen alguno que les guste.
Cuando juegan poker y no ganan y pierden cada mano, tarde o temprano ustedes se levantan y dejan el juego. No tienen que ser un adicto a las apuestas, tampoco un adicto a los malos recuerdos. Dejen el juego de los recuerdos infelices. Váyanse a casa, piensen en Mí.
He aquí lo que Yo veo: parece que todos se aferran a pensamientos que hieren sus corazones. Algunas personas tienen profundos recuerdos de situaciones y relaciones desafortunadas que los acosan. De una forma, podríamos decir que ellos tienen recuerdos por los que vale la pena atormentarse. Otros tienen menos recuerdos que sin embargo, les parecen igual de grandes. Alguna vez fueron castigados injustamente. Sus hermanos no los dejaron jugar con ellos, perdieron su camión de bomberos. Es como si Mis hijos encontraran algo doloroso para llenar un vacío. Casi parecería que Mis hijos tuvieran una necesidad de atormentarse, pues parece que desenterraran alguna especie de negligencia, maltrato o malentendido para torturar a su corazón.
Los psicólogos dirían que Yo les digo que se repriman. No, Yo les digo que se sobrepongan. Continúen. Ya lo han hecho. Dejen que sus pensamientos los alcancen a donde ahora se encuentran ustedes.
Quizá tengan un padre que no les dio el amor que necesitaban y que debían tener. Ustedes ya no son el niño. De alguna manera pasaron por la actualidad, crecieron y salieron bien. Sean su propio padre amoroso. Trátense como ustedes, un Hijo de Dios, merecen ser tratados. Una vez estuvieron en un cuento de hadas, los gobernaba un ogro. Ya no están más bajo el mando del ogro. Ustedes no son un ogro, así que ahora libérense del pasado, aléjense de él.
No acepten sobras. No se hagan prisioneros del pasado.
Translated by: DreamhealerPermanent link to this Heavenletter: http://www.heavenletters.org/dejen-el-juego-de-los-recuerdos-infelices.html - Thank you for including this when publishing this Heavenletter elsewhere.
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