El corazón de lo que Yo te doy en estos mensajes no es el mensaje propiamente dicho. Lo que tú extraes de Mis cartas puede ser conciso y maravilloso, pero es tan sólo un dedal de lo que Yo te doy. Hago llover amor a cántaros sobre ti y una cierta sabiduría lírica mucho más que cualquier palabra que tú extraigas.

Mis mensajes aquí son mucho más que sus mensajes. Los mensajes no son suficientes. Saber todos los mensajes del mundo no es suficiente. El mensaje que Yo te doy es más que cualquier sinopsis del mismo. Lo que Yo te doy a ti no puede ser definido. El corazón de Mis Mensajes no puede estar contenido en palabras. Las palabras son periféricas a Mi corazón. No hay nada para ti que aprender sino estar Conmigo.

¿No te sentarías tú Conmigo? No tenemos que hablar, o podemos dedicarnos al parloteo, o dar vueltas, o dar en el clavo. ¿Qué importa? Importa que Nos sentemos juntos.

Estamos juntos por Nuestro compromiso. Nos sentamos y nos tomamos de la mano. Eso es suficiente. Unos pocos momentos Conmigo llegan muy lejos. Tú no tienes que saber necesariamente lo que sacas de Nuestro encuentro.

Sé Mi amor, ¿quieres?

¿Cúal es Mi mensaje aquí para ti el día de hoy? Olvídalo. Tan sólo quédate Conmigo, y permíteMe llevarte a lugares. No te incorpores tan recto. No tomes notas. Tan sólo descansa en Mi.

Permíteme tirar de tu corazón. Permíteme tejer lo que sea que teja. Permíteme acariciarte la frente. Permíteme dejar atrás líneas de preocupación. Permíteme disfrutar estos pocos momentos contigo. ¿Porqué cosa estás apurado por aprender? ¿Qué cosa debes completar tan pronto? Tan sólo permanece a Mi lado.

Entrégame tu corazón, no tu mente. Hay suficiente mente en el mundo y quizás no hay suficiente corazón. En todo caso, Yo te pido tu corazón. Deseo entrelazarlo con el Mío. Deja que Nuestros corazones se codeen. Siéntate Conmigo un rato.