Dios dijo:

Por reverencia a Mí, es natural inclinarse. La reverencia en la que Me tienes aumenta tu respeto por ti mismo sin llamar la atención a ti mismo. La humildad no te borra. Te llena. La humildad no infla ni es una cosa pequeña.

Que Me sirvas importa. Cómo sirves es una cuestión abierta. Sírveme con alegría, y serás elevado. El servicio es una elección que haces. Eres un voluntario en lo que se ha llamado un Ejército de Dios, pero, por supuesto, son Pacificadores para Dios. La paz les doy. En la paz de la elección, simplemente no evalúas tus servicios en una escala.

Cristo lavó los pies de un mendigo. Cristo tenía y no tiene ningún juicio qué retener. Él no clasifica al mendigo bajo ni tampoco Cristo clasifica a otro más alto. El servicio está más allá de una clasificación. El juicio no entra en ello.

Cuando das un servicio, eliges, sin embargo, no eliges como un comprador en una feria en busca de una buena compra. No, tú eliges como el Corazón de Dios. El Corazón de Dios no siente superioridad y no siente inferioridad. Tales pensamientos no están en juego.

No eres un mártir, ni tampoco eres un héroe. No tienes un título más glorioso que el de otro. Tu servicio es glorioso, y sin embargo, no buscas la gloria. Un siervo humilde de Dios busca servir, y esa es toda la historia, busca servir, no servir más o menos. En Mi Reino, no hay más alto, y no hay más bajo. No hay que demostrar nada. Que el ego desaparece significa que estás parado en la Unidad donde no existen clasificaciones. No hay comparando hacia arriba o hacia abajo. No hay evaluaciones de la virtud en divisiones de bueno, mejor, lo máximo, o sensacional.

Tú eliges servir como eliges servir. Sirves alegremente. Se puede decir que sirves con orgullo, sin embargo, no sirves en el orgullo, no para impresionarte a ti mismo ni a nadie, sino para servir. No eliges como un héroe, sin embargo, los héroes se hacen por esta elección por un deseo de servir y no para recibir una medalla. La Gloria está no en una tarea en particular, sino en servir.

Hablamos que esto es la Gloria de Dios. El servicio y el mundo se llenan de Gloria, pero no son glorificados. Existe el servicio sin adjetivos. Existe el servicio a Dios. La mula que lleva la Voluntad de Dios no tiene pensamientos de más alto o más bajo o mejor o peor o lo que sea en lo absoluto, sólo en servir. De esta manera, aquel que sirve se convierte en la Gloria de Dios sin pensarlo. Sueña con servir a Dios y no en servirse a sí mismo. Se pone de pie en una base que es, en efecto, poderosa. El servidor sencillamente es como es, sin artificio, y queriendo nada más que el simple servicio a Dios, Quien sirve a todos.

El Sol Que Brilla no sabe de orgullo. El Sol sabe de servicio y no lleva ningún peso y no necesita nada para hacer brillar la gloria de Dios, solamente la propia Luz de Dios. La gloria del Sol está igualmente presente porque es la Luz de Dios que brilla a través del Sol.

Yo, Dios, no soy alto y poderoso. Doy Mi servicio. A veces, Soy Comprendido, y a veces no lo Soy, y sin embargo sigo deambulando. A menudo Te llevo. Llegamos a ser indefinibles en Nuestro Servicio al Universo. Rara vez nos servimos a nosotros mismos. Servimos al Ser, la Unidad de Toda la Creación. Esta es la Gloria Que Cantamos. Esta es la gloria del Ser.