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Heavenletter #5006 Dios Escucha Nuestro Clamor

Dios dijo:

Escucho a Mis hijos clamar:

“Para Dios, querido Dios, te hablo a Ti, y sé que Tú me escuchas y me hablas y, me amas. ¿Por qué no soy la persona más feliz del mundo? Dios, por qué no lo soy?”.

Yo respondo:

Hábito. Es la premisa de la cual partes, de que no Me tienes, de que tienes que alcanzar. Has alcanzado ya. Me has alcanzado. Lo que realmente has alcanzado es tu conciencia de Mí, pero no sólo de Mí, sino también de nuestra Unidad. Hay cierto residuo dentro de ti de Nosotros estar sentados uno frente al otro que te gusta más que la Unidad. Has estado solo por tanto en tu vida, y te encanta tener un Compañero como Yo.

Al mismo tiempo que amas Nuestro Estar Juntos, también amas Nuestra Unidad. A pesar de que Nuestra Relación es la Unidad, y lo sabes, te gusta sentir la suavidad de la seda entre los dedos, y también te gusta sentir la poca suavidad del lino. Sientes que extrañarías al lino, y es posible que desees mantenerlo todo el tiempo que puedas.

Tú lo quieres TODO, que es la Unidad, y sin embargo quieres la distracción de la multiplicidad. Tú quieres enfrentarte a Mí, por así decirlo, más de lo que quieres ser el Fundamento del Universo. Estás indeciso sobre el poder. El poder puede tener una connotación con la que estás poco cómodo. Hay una parte de ti que quiere mirar hacia arriba para un Poder más alto, y que te tenga a ti más corto.

De este modo, aun cuando te gusta Mirarme frente a ti cara a cara, te gusta mucho ver hacia arriba para poder Mirarme.

Te gusta tener un Gran Padre en el Cielo. En tu mente, para asegurarte de eso, debes entonces estar a una distancia, incluso a corta distancia. En ese sentido, no es tan fácil para ti Dejarme entrar. Al mismo tiempo, Me has dejado entrar. Me has reunido en tus brazos, y sin embargo, todavía no Me has abrazado del todo por miedo a perderte a ti mismo.

Al mismo tiempo, tampoco Me has dejado. Me mantienes entre el Cielo y la Tierra cuando, al mismo tiempo, estás destinado a venir conmigo al Cielo en esta vida tuya como Mi compañero aquí, Mi Ser íntimo aquí. No es que has renunciado al Cielo, pero lo mantienes a un lado por un rato. Quieres un poco más de Mí, mientras te ves a ti mismo como te crees que eres.

Asegúrate de entender que Yo no estoy hablando de la muerte de tu cuerpo. Estoy hablando de Nuestra Unidad, aun cuando tu cuerpo te lleva. Aun así, hay algo dentro de ti que clama ser individual y quedarse como un buscador. Te gusta la caza. Te gusta la expectativa de ser encontrado. Sí, te gusta la expectativa. Tú no das todavía de pleno la bienvenida a la idea de que la persecución ha terminado. No es que sea una decepción estar Conmigo como Uno, sin embargo todavía no quieres dejar un reino que es tan familiar para ti, independientemente de cuánto puedas quejarte de él.

Te gustaría mantener los pies en dos barcos. Tú todavía no quieres saltar sobre el arco iris. Puedes pensar que no te gusta casi nada la vida relativa, y sin embargo, te aferras a ella, como si estuvieras diciendo:

"Sólo un poco más. Sólo por un poco más de tiempo, Dios, déjame ser un ser humano que lucha en lugar de un ser humano que ha trascendido la lucha y ganó residencia plena en el Reino de los Cielos".

¿Te imaginas que para poder unirte a Mí, estarías perdiendo tu lugar en el Sol?

Lo que sea que creas, amas mucho la circularidad de la Vida de la Tierra. Sin embargo, muy pronto, tomarás Mi mano y dirás:

"Dios, estoy listo. Estoy listo para restaurarme a mi mismo a mi legítimo lugar que es totalmente Contigo. No es que voy a dejarme a mí mismo en el polvo. Me uniré a Mí Mismo. Yo no estaré regalando mi identidad. Estaré ganando mi Verdadera Identidad, y me estaré uniendo, por así decirlo, a un elenco de miles de personas que han perdido el miedo a la Unidad y que se convierten en Uno Contigo, Dios. Me uniré a la Realidad, no a un abismo. Debo renunciar a mi miedo a lo Desconocido. No es siquiera Desconocido. Temo al Silencio que no conoce límites. Yo no tengo que sentir que estoy renunciando a nada, porque el Cielo siempre ha sido mi Hogar. Es el lugar al que pertenezco, absorto en Ti, Dios y Tu amor. Aquí es donde me encuentro a Mí Mismo”.

Amados, no es que ustedes desaparecen. Es que finalmente aparecen como son. En cualquier caso, tú y Yo estaremos unidos en tu creciente conciencia lo suficientemente pronto. Ven a Mí. Aquí ESTOY YO.