Dios dijo:

Sentémonos juntos hoy, tan sólo por el placer de Nuestra compañía. No tenemos que cumplir con nada, salvo estar juntos, sentados en Nuestras sillas, amando cada momento que pasamos Uno con El Otro; como si no existiese nada aparte de la Unidad.

Tengamos toda la eternidad para sentarnos juntos. Ni si quiera tenemos que hablar. Podríamos, sólo levantar las sillas y mecernos en ellas, o podríamos sentarnos en una silla reclinable. Podemos levantar cualquier tipo de silla que gustemos. Todo lo que podemos hacer es sentarnos juntos. No es un gran asunto. Típicamente, nos sentamos juntos. Siempre estoy consciente de tu presencia en Mi vida. En cambio tu no siempre estás consciente de Mi Presencia ni de Nuestra Amistad.

Algunas veces piensas que Yo estoy fuera del pueblo u ocupado en algún lugar con cosas más importantes; cuando en realidad no hay nada más cercano a Mí que tú, como si pudiésemos hacer autostop juntos. Somos completamente amigos, Que salen a pasear juntos con la mochila a la espalda, o montan juntos en bicicleta o nadas en el río de la vida. Nuestro modo de transporte no importa. Todo lo que importa es que Estamos juntos.

A dónde vamos exactamente, no importa, puesto que terminamos juntos. Esto es lo que cuenta para nosotros. Nuestra amistad, Nuestro amor. Nuestro amor está intacto. En verdad, no sabemos nada más que esto.

Puede que hayas olvidado nuestra cercanía. Pero Yo nuca la olvido. Yo te acompaño a todas partes. Vas Conmigo y Yo voy contigo. Estoy, ya sea delante de ti, o detrás de ti, preparado para atraparte en cualquier momento.

Estás bajo Mi cuidado. Siempre estás Conmigo, y Yo contigo. Somos amigos leales. Estamos en la Vida por un largo tiempo. Sin embargo, en Nuestra amistad, el tiempo no entra. Somos bastante conscientes de la ilusión del tiempo. No existe el largo plazo. Ni el corto plazo. Caminamos sin prisa. Vagamos. Trepamos. Bailamos. Cantamos. Cantamos nuestro júbilo. Cantamos lo que significa estar juntos, tomados de la mano. Bailamos por todo el Universo. Nos arremolinamos en el cielo. Elevamos arcoíris, como si fueran listones. Sacudimos el sol de un lado al otro. Tomamos la luna como si fuera un pocillo, y las estrellas bailan en nuestros pies.

Escucha, Nosotros escuchamos la música de las estrellas. Descubres que Tocamos el instrumento musical de las estrellas. No podemos dejar de tocarlo. Es Nuestro para tocarlo. Y tocamos grandes melodías de todo tipo, para el gozo de hacerlo. Somos música para las estrellas. Todo el Universo se detiene un momento para disfrutar la música que hacemos tan deliciosamente.

Tenemos toda una orquesta. Tenemos muchos brazos, y tocamos música, aún sin inventar.

Nosotros tocamos. Amamos, y bailamos también nuestro amor. El júbilo tiene que ser expresado, y Nosotros lo expresamos. Somos como luces a nuestros pies.

Y Nosotros nunca nos cansamos. Podemos bailar y cantar, y tocar por toda la Eternidad. Eso es lo que hacemos. En este momento de la Eternidad, tocamos toda la noche, y todo el día. Aunque no exista tal cosa como el tiempo. Así que podemos decir que Nosotros simplemente tocamos, y no sabemos cómo detenernos. Tocamos la música, bailamos el baile y, aun así, todo marcha como por si solo.

Nosotros somos como siervos del amor. No existe nada que podamos hacer, excepto amar. Ni siquiera sabemos cómo no amar. Somos amor en movimiento. Somos como una banda marcial de amor. Nuestros pies bailan en forma intrincada y nunca se cansan. Somos amor perpetuo. Amamos, y eso es todo.

Traducido por: Jhrendon

Enlace original: http://heavenletters.org/the-pleasure-of-our-company.html