Published on: February 18, 2018

Dios dijo:

¿De dónde proviene la impaciencia cuando estás arrojándole leña a la impaciencia? La paciencia es difícil de obtener.

¿Cuál es la cura para la impaciencia? La paciencia, desde luego. Entre más impaciente seas, más difícil es la paciencia.

La impaciencia es, ciertamente, un atolladero. Esto implica que preparas este atolladero para ti mismo.

Te gustaría mucho ser una persona calmada. Con gusto te reformarías. Besarías los pies de la Paciencia si tan sólo pudieras. Tal como es, estás siendo retado. La paciencia no es algo que tengas controlado. No disfrutas la impaciencia un poquito. Encarcelarías la impaciencia si supieras cómo. No tienes ningún uso para la impaciencia de pacotilla.

La impaciencia te tiene tomado del cuello. La impaciencia golpea en tu corazón. La impaciencia es una pérdida de tiempo y energía. Desecharías a la impaciencia con todo tu corazón.

Tú sabes mejor que ser impaciente, ¿pero qué beneficio te da saberlo? Oh, sí, tú entiendes el concepto. Todo lo que tienes que hacer es simplemente relajarte, calmarte, dejar ir este clima de urgencia en que pareces nadar. Tú no la quieres, pero continuas a su disposición.

Tú crees que la base de la impaciencia es un sentido de impotencia. Envidias a cualquiera que no esté bajo el yugo de la impaciencia. Al mismo tiempo, todas la Mujeres Sumisas en el mundo te señalan el camino equivocado. Quieres terminar con lo que sea que te detiene. Hasta ahora la paciencia no te ha proporcionado tu parte. Podrías gritarle a la paciencia por todo el bien que te hace.

La impaciencia es como el salpullido. No lo pides, pero te estás rascando todo el tiempo.

Si supieras cómo superar la impaciencia, serías el primero en la fila. Te sientes como un traga-fuego. Nadie en su sano juicio elegiría ser un traga-fuego. De verdad, ¿acaso toda la gente calmada eligió la paciencia, o posiblemente sólo tienen suerte? ¿Cuál es el verdadero asunto aquí realmente?

En dónde se hace fila para poder desistir de tu impaciencia. No la perseguiste. Dejarías la impaciencia en el abandono si fuera tu decisión. Tú no tienes ninguna garantía que la paciencia es una opción para ti.

¿Realmente alguien a cambiado profundamente de impaciencia a paciencia?

¿Es la paciencia meramente una estafa, una promesa celebrada en lo alto que se hace polvo?

¿Es la impaciencia tu derecho de nacimiento? ¿O es tu cruz que cargar? ¿Se te acabo la paciencia con la impaciencia? ¿Puede ser que seas el único en este bote?

Ser paciente es un buen consejo, pero el consejo no es bueno en absoluto.

Lo mejor que puedes decir es que simplemente estás a merced de la impaciencia. ¿Debes dejar de lado la sal y la pimienta y mejor calmarte con azúcar? ¿O con merengue o tarta de crema?

¿Qué le puedes ofrecer a esta tirana impaciencia para amansarla y sacarla de tu camino?

Tomarías la cura con mucho gusto.

Has estado anhelando por la paciencia toda tu Vida. ¿Cómo puede ser que seas inadecuado para esta tarea? Se siente que estuviste desconectado de la paciencia desde un inicio.

Es posible que hayas sido paciente en los días de antaño de Santa Claus. Esperabas con anticipación por Santa Claus. Anticipabas sus regalos. Ansiabas por ellos. Estabas listo. No recuerdas haber golpeado con tu pie impacientemente en los días de antaño de Santa Claus.

Hmm, no recuerdas haberle pedido paciencia a Santa, no obstante.

Amado, ¿Me has pedido que te cure tu irritación? Veamos qué puedo hacer Yo.