Heavenletters™, acercando la Tierra al Cielo.
El CIELO está para llegar a cada alma en la tierra a renacer:
* Nuestra conexión con Dios *
* Nuestra creencia en nosotros mismos *
* Nuestra conciencia de nuestro servicio prestado a Dios *
* La paz en la Tierra *
Dios siempre nos acerca a él.
Heavenletter #2541 Sin Limites, 9 Noviembre 2007

Dios Dijo:

No hay nada contra ti cuando a los que amas mueren. La muerte del cuerpo es normal en la vida. Nadie se escapa. No hay una sombra que te persiga porque mueras. Realmente, amados, es un regalo. Vuestro cuerpo se cansa. Estáis a punto para marchar a nuevos reinos que toman el relevo del físico.

En la vida relativa, siempre tenéis el físico en mente. Pensad por un momento que vuestros seres amados que han abandonado su cuerpo ya no deben cargar más pesos. Lo único que han dejado atrás es el cuerpo físico. Todo es luz, ahora. El físico tiene una densidad, y en él no puede existir el cielo. La muerte es como ir a unas merecidas vacaciones de todo lo que os asalta. Ciertamente son unas vacaciones de la gravedad de la vida. Vais de una ciudad a otra, y nada mas. No habéis marchado. Sois el mismo que siempre habíais sido, sólo que habéis dejado vuestro cuerpo físico atrás. Es como volver al Silencio dónde sólo puede reinar la felicidad. No hay padecimiento en lo que denomináis muerte. No hay condena. Ya esta bien de cacharrazos. Ya esta bien de dimensiones manifiestas. Se ha acabado el haberse de probar zapatos, de buscar los calcetines perdidos, de estar encarcelados dentro del cuerpo, de los moratones y de los morados, de sentir la necesidad de huir.

La muerte es una llegada, amados. No suplicáis por la muerte más que por la vida. El padecimiento que sentíais no era real. Ni la muerte por ella misma es real. No hay muerte. Lo que denomináis muerte ofrece una salida a los límites físicos. Esto no es malo. La muerte no es una caída. Es simplemente dejar una dimensión y entrar en otra, una que no tiene los límites de la vida en la Tierra en un cuerpo físico. No es terrible para el cuerpo el hecho de morir. Cuando sucede es algo bueno.

Cuando tus seres amados aparentemente marchan, han llegado a otro destino, y no te han dejado ni por un minuto. Y siempre estarán contigo. Nadie deja la vida. Sólo una cosa física concreta se va. Y no se va de ti. Quiere estar contigo y, al mismo tiempo va más allá en su evolución. También es tu evolución, ojala te des cuenta.

Hay una constante vida con o sin cuerpo. El cuerpo fue muy útil durante un tiempo. Pese a lo que hayas podido sentir, el cuerpo ha sido lo ultimo de ti y lo último de tus seres amados.

Una estrella que refleja la luz no llora por su existencia física ni se lamenta por una existencia física que representa un momento de ausencia. A lo largo del tiempo habéis trascendido el cuerpo. No es nada nuevo cuando aquello que denomináis muerte aparece. Seais quien seáis, no importa como de grande fuera vuestra presencia física, no importa de qué manera hayais amado las cosas físicas y hayais sido amados en el mundo físico, nunca habéis sido vuestro cuerpo. Realmente no dejáis nada. Estáis apartando los zapatos viejos, los zapatos gastados, o simplemente aquellos que ya no os van bien. No habéis marchado a ninguna parte. Si os gusta imaginar que tras la muerte vais a los campos Elisios, pensadlo. Simplemente habéis ascendido en la conciencia. En aquello que denomináis muerte, habéis ascendido, pero no habéis ido a ninguna parte. Simplemente habéis dejado atrás vuestro cuerpo. Estaba preparado. Y ahora no estáis limitados por lo físico. Ni nunca lo habíais estado.

Es bueno para el cuerpo morir. Tú y tus seres amados veréis con otros ojos, ahora. Os acostumbraréis a vivir sin límites. En esta situación os revelaréis. Sois libres. Habéis sido bendecidos.

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Gloria Wendroff, Godwriter
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