¿Cómo te escapas de los estragos del tiempo cuando el mundo en que vives está programado segundo a segundo? El reloj hace tic y tú debes estar en algún lugar. El reloj hace toc y debes estar de vuelta. Parece que los relojes controlan el mundo. Por supuesto, tú vas a avanzar junto con los tiempos, y vas a llegar a tiempo al trabajo y vas a retirar a los chicos del colegio a la hora adecuada. La obediencia al tiempo puede ser considerada.

A la vez, no tienes que tomarte al tiempo tan seriamente, como si fuera un dragón al cual le tienes miedo. Aunque el tiempo lleve la voz cantante, no tienes que quedarte sin aliento. Incluso mientras te apuras puedes poner al tiempo en su lugar. Puedes dominar al tiempo. No tienes que ser su víctima.

Por supuesto, tú acatas las reglas del tiempo. A pesar de tus protestas, hay algo acerca del tiempo que realmente te gusta. Te gusta su impulso. Y crees, tal vez, que eres un poco superior moralmente cuando otras personas no acatan al tiempo.

Evita la palabra “apuro”. Evita la palabra “tarde”. Evita decir “a tiempo”. Considera al tiempo un amigo que te acompaña. El tiempo está siempre tironeándote de la misma manera en que un chico tironearía de tu vestido, pero aún puedes seguir con la vida alegremente y ver las vistas. El tiempo no tiene que estar siempre sobre ti. Tú tienes voz y voto sobre el tiempo.

Encuentra algunos momentos sin tiempo en tu vida. Tienes esos momentos cuando es como si estuvieras bajo el encanto de un hechizo, y te olvidas del tiempo. El tiempo te arrastra con su correa, y aún así a veces te apartas de sus limitaciones. Deja que el tiempo que te dé un poco de tiempo libre.

Vé y rueda por el césped. Permítete actividades sin tiempo en la vida. Puedes pasear en la vida. Vé al parque. Encuéntrame allí. Yo no tengo apuro. Tú puedes dejar de apurarte. Date el tiempo suficiente así no tienes que correr.

La eternidad también existe. No hay tiempo, y hay todo el tiempo del mundo.

Di la hora por el sol, las estrellas y la luna. La luna marca su paso a su propio tiempo. La luna brilla sobre ti. La luna se toma su tiempo. No se apura. La luna sabe que hay tiempo suficiente para todo.

Si el tiempo fuera tu cartelera de anuncios, no la completarías hasta el borde. Dejarías un poco de espacio libre. El espacio libre es bueno. Llámalo Zen. No te atiborres de actividades. Está bien no hacer nada de vez en cuando.

Hay citas en tu vida que debes mantener, pero aún así puedes permitirte tiempo libre con las citas. Evita llenar tu armario, y evita llenar tu vida. Deambula más en tu vida. Sé consciente de la factura que se cobran los límites del tiempo sobre ti, y reserva un poco de tiempo sin límites. Prográmate a ti mismo.

Ya no pienses en términos de tiempo suficiente o tiempo no suficiente. Piensa en términos de abundancia. Haz que el tiempo quepa en tu vida. Tienes voz y voto sobre él.

Tómate un día libre del tiempo. Cubre tus relojes. No debes depender tanto de los relojes. Trabaja mientras el sol esté afuera y deja de trabajar cuando el sol se ponga. Sé como un granjero en la vida. Él mira hacia el cielo.

Considera al tiempo como si fuera el clima. El clima está siempre ahí. Respétalo. Aún así puedes salir cuando llueve, puedes caminar en la nieve, y puedes sentarte al sol. El tiempo es libre, amado. Sé libre a tiempo.