Si hoy te quitaran cada una de tus pertenencias, no cambiaría nada. Sí, estarías desconsolado por la pérdida de esta baratija o de esta alfombra o de esta casa, pero sin las baratijas ni la casa ni los utensilios domésticos, tú serías como siempre has sido. Amado, tú estás en el Universo. La vida es tú y Yo. Y todo lo material que exista entre nosotros no tiene nada que ver con Nosotros. Comprendo que pienses que sí lo hace. Comprendo que te sientas favorecido cuando se construye una casa para ti y que no te sientas favorecido cuando se te quita la casa. Aún así, amado, lo material es irrelevante para Nosotros. Cuando todo está dicho y hecho, lo que Tenemos es la Unicidad, y la Unicidad no depende del estado de las cosas.
Sea lo que fuere que te quiten, difícil como parezca, no es nada. De todos modos, nunca fue tuyo. Tú ocupabas una casa. Llevabas un brazalete. Caminabas sobre una alfombra o la enrollabas o dormías sobre ella. Todas las cosas del mundo eran comodidades. Tú las has visto como necesidades. Comprendo eso, pero lo que importa, lo que realmente importa, es el amor que Compartimos. Este amor es la base de todo. ¿De qué es base lo físico?
Ya sabes que las casas sin amor no son gran cosa. Sí, las casas te protegen de los elementos. Es agradable tenerlas, pero no lo son todo. De hecho, no son más que madera, yeso, un lugar para ocupar sólo por un tiempo, en todo caso.
Quiero que tengas tu morada. Pero también quiero que no dependas de nada físico. Cuando eres muy dependiente de lo físico, te contraes. Yo dibujo un círculo mucho más amplio a tu alrededor, un círculo que Nos incluye sin paredes. En realidad, no es un círculo lo que dibujo. No es un círculo, para nada. No es un cercado. Es la Infinidad.
Y todos los cercados con los que te sientes cómodo, como las casas, son meros bosquejos que has dibujado con tinta invisible, o que han sido dibujados por ti y tú has pagado por ellos con un poco de tu libertad.
Lo físico con lo que estás rodeado es irrelevante a lo que es tu sustancia. Sí, lo físico existe para ser disfrutado, pero no para depender de ello.
La vida en la Tierra es un campo de cambios. La vida en la Tierra es un canto rodado. Cuando todo está dicho y hecho, la vida en la Tierra no cría moho. Lo que tú acumulas puede ser sólo ilusión. Ya tienes suficiente.
Prepárate en este momento para la autosuficiencia del amor. Puedes alejarte enseguida de las pertenencias, pero no puedes alejarte del amor, pues tú eres y estás hecho de amor. Eres tu propio amor, y tu amor no depende de nada más que de ti. El amor es tu centro. El amor es tu corazón y es lo que importa, e importa indeleblemente. Es lo que importa. El amor no es un objeto de utilería. Los elementos de utilería no son necesarios. El amor sí lo es.
Cuando puedas aceptar que eres amor, y que el amor no depende de lo accesorio, entonces serás libre de la gravedad. Te elevarás en el amor. ¿Qué crees que es el Cielo? Es donde se encuentra el amor. Y donde está el amor, reina la paz. Esto es hermandad.
No te preocupes ni siquiera por adquirir amor. Preocúpate por darlo. Da amor a la ligera, y no en exceso. Sólo dalo porque Nosotros debemos darlo, y es Mi deseo que el amor sea tu entorno, ya que, amado, el amor es todo, y tu amor conmovedor es lo importa, y el mundo depende de tu amor conmovedor. El amor es el as, y le gana a todo.