Dios dijo:
Cuando Yo te acepto y te acepto como Mi propio, mi propio bello y floreciente propio, tu eres mío y lo que es mío no es para que sea agitado por lo que ocurre en el mundo. No debes ser abatido ni rechazado por eso.
Por lo que sabes, algo ocurrió que no es correcto, no es bueno, no es edificante. No es correcto, y no es necesario que alguien te degrade. Tampoco, es necesario que seas infeliz debido a la opinión de otra persona. Cuando eras un niño, reaccionabas como niño. Cuando eras un niño, pudo haber alguien que no quería jugar contigo y eso te apabullaba. ¿Cómo pudo ser que alguien no quisiese jugar contigo?
He aquí lo que es hermoso: incluso en tu desolación, sabías que no era bueno para ti ser rechazado. Incluso en tu reacción, revelabas tu conciencia sobre tu importancia en este universo.
Asegura Mi amor, no permitas que las pequeñas hondas y flechas del mundo te hieran. Permite que este tipo de cosas reboten en ti.
El mal humor de otra persona es de ella. No es para que se vuelva tuyo. Tú no debes permitir que se vuelva tuyo.
Tú sabes ya que Yo acojo todo en el mundo. Más que dar la bienvenida, Yo te traje aquí. No te traje para ser rechazado. Tampoco para que tu corazón sea desgastado. No permitas que la falta de conciencia de otro o sus nimiedades se vuelvan tuyas. Procedes de un lugar más alto, amado. No te tomes en serio cualquier desaliño. Está bien si alguien no quiere jugar contigo. Tú tienes otras cosas que hacer. No pienses en lo que son, después de todo, sólo pensamientos de otra persona.
Los sentimientos que hieren no te pertenecen. No estás aquí para ser sensible a cualquier cosa que se dirige a ti. Si estás en el camino del desprecio de alguien, desaloja el camino. Así es como subes. Ciertamente, no permitas que alguien te atropelle.
Puede que todos te consideren como mereces ser considerado. Pero es mejor que te consideres a ti mismo como lo mereces. Mantente en Mi luz. Hago brillar mi luz sobre ti. Mírame. Mira Mi luz. No te consideres menos por la falta de visión de otra persona.
Lo le que molesta a otra persona no eres tú. No eres la causa. Ellos peden pensar que eres tú quien los molesta, pero no debes creerlo así. No te midas a ti mismo con base en la opinión de otra persona. Otra razón más para que veas desde una perspectiva más amplia. No debes ser desdichado porque otra persona es de pobre parecer. Aparentemente has pensado que lo eras.
Ahora es tiempo para que dejes atrás las heridas. Déjalas estar donde están. No lleves una V de víctima en tu capa.
La opinión de otra persona no es más que eso. Ciertamente no es tu huella. Por cierto, puede parecerte que lo que ellos puedan decirte es una marca contra ellos mismos, pero no debes tomarlo de esta forma tampoco. Tienes mejores cosas que hacer con tu corazón y tu mente.
¿Me comprendes? La ignorancia es ignorancia. Elévate sobre la ignorancia. El que otro sea ignorante no es razón para que tú abraces la ignorancia. En las grandes cosas puede que sepas más. Pero parece que es en las pequeñas cosas que quedas atrapado. Deja que los pequeños pinchazos y flechas caigan de tu corazón. Lleva sólo la grandeza en tu corazón.
Traducido por: Jhrendon