Dios Dijo:
A pesar de que el tiempo no existe, ahora es tiempo para que ceses de estar decepcionado contigo mismo. Tú sabes exactamente lo que quiero decir. Eres difícil de complacer. No hay final para la culpa que encuentras en ti mismo. Con frecuencia te preguntas: ¿por qué hice esto? ¿Por qué dije esto? ¿Por qué no hice esto o aquello? Tu lista no tiene fin. Puede empezar con: ¿por qué es mi nariz de esta forma? Hasta ¿a dónde se fue el amor en mi corazón?
O puedes proyectar tus quejas de ti a otras personas: ¿qué pasa con aquellas personas? Mira lo que fulano de tal dijo. Puede que no te guste el sonido de la voz de alguien y lo conservas contra él o ella.
Quiérete más a ti mismo. Sé más feliz contigo mismo y percibirás la vida, y tu vida, bastante diferente.
Sobre lo que realmente te quejas, lo que tu hacha debe cortar deriva de tu actitud hacia ti mismo.
Te has acosado lo suficiente. Has acosado al mundo lo suficiente. Desiste de amontonar tus quejas en ti y en otros. Ha sido tan fácil para ti encontrar culpas. Puedes escoger cualquier cosa.
Tu sí conoces la cura, amado. Cuenta tus bendiciones. Realiza otro tipo de valoración.
Puede que te guste pensar que eres noble al reconocer lo que te gustaría cambiar de ti mismo. Deja de reconocer, y cambia.
No eres una mala persona. Eres una buena persona, solo que lanzas demasiadas dispersiones sobre ti mismo y todos alrededor. Entrega todas tus quejas. Ama tu apariencia. Ama, porque el amor genera amor. Los críticos producen las culpas. Ámate a ti mismo. Ama el Universo. Ama incluso aquellos que crees que no amas. La verdad es que tú eres aficionado a ellos. Ellos pueden sacarte de tus casillas. La verdad es que tú te sacas de ti, de ese ti que has creado.
Crece en lugar de debilitarte. Vuélvete amigo de ti mismo. Se tu mejor estímulo. Y cuando tengas una queja sobre otra persona (ti mismo) no debes expresarla.
Cuando quieras criticar a tu hijo, sustitúyelo por lo que te gusta de él. Refuerza a tu hijo. Amado, esta es la única forma de hacer tu camino en el mundo. Vuélvete una rosa que explota y olvida las espinas, las afiladas espinas de tus propios pensamientos. Escoge los bordes redondos de la vida. Escoge las bendiciones a ver y las bendiciones a cultivar. Lo que más quieras ser es algo que amar en ti mismo. Cuán maravilloso es que aspires a ser más grande. Sí, eso es bueno. Y ahora se eso.
Si quieres ser menos crítico, entonces se menos crítico. Si quieres ser de corazón abierto, entonces se de corazón abierto. Si quieres conocer un gran amor, entonces se amor. El amor es lo opuesto al criticismo. El amor le dice al otro: “Eres maravilloso justo ahora. Esto es lo que me gusta de ti”. El amor te dice lo mismo. El amor te eleva. Él ciertamente no te debilita.
Amado, ¿y qué si fueras Yo? ¿Qué si fueras Dios? ¿Te sentarías lamentando el pasado? Si tú fueras Yo, ¿gritarías el error?
Si tú fueras Yo, Cuánto amarías. Tu atención se tornaría tanto hacia el amor que no tendías noción de pensar en nada menos. Amaos a vos mismo. Y si eres un ser humano imperfecto, aún así ámate a ti mismo. Has llegado lejos. Eres un ser estelar. Ahora, ilumínate en tu propia valía, e iluminarás el mundo.