Dios dijo:
Oh, Mis amados, ahora tomen asiento y escuchen lo que tengo que decirles. Soy su corazón el que les habla. Así debe ser porque Yo soy el Corazón del Mundo. Mi corazón es suyo, así como su corazón Me pertenece, pues Somos Un Corazón. ¿Pueden imaginar el amor en Nuestro Corazón y qué tan generoso es?
Algo está sucediendo entre Nosotros. No es necesario analizarlo. Sólo dejemos que el amor sea entre Nosotros. No que esté entre Nosotros, sino que sea de Nosotros. Que no haya delimitación entre su corazón y el Mío. La vida continúa sin interrupción y a veces, a medida que la vida continúa, hiere su corazón. La vida sólo tiene cuchillos de goma. Los cuchillos salen como si nunca hubieran existido.
En realidad su corazón no es tan frágil como ustedes lo hicieron. Ustedes son los Fuertes de Corazón. Son un valiente caballero en la Corte del Rey Arturo. Por supuesto, ustedes son más que eso; sin embargo, yo los nombro Valientes. Por supuesto, cuando ustedes están equipados con Mi amor, no es necesario ser valiente, pues Nuestro corazón es amor. No obstante, su propio corazón también es amor.
No hay excepción a esto. Yo no dije que su corazón es duro. Un corazón de amor es tierno. No importa qué tan herido pueda estar un corazón humano, este se recupera. Las heridas son temporales. Las heridas sanan. Dejen que sanen en un instante. No alimenten a las heridas. Las heridas no son nobles, el amor tampoco. El amor sólo ama. El orgullo no sana herida alguna. El orgullo es un vendaje falso. El amor no es una bandita en absoluto. El amor es la curación en sí mismo. El amor es el que sana y, sin embargo, a pesar de las libretas que ustedes llenen con desengaño, el amor no necesita curación. Decir que un corazón de amor necesita ser sanado es como decir que la curación necesita sanarse. El amor sólo necesita tener algo que decir.
Llenos de amor, ustedes le dicen a su vagabundo ser: “Basta de hablar de mí. Esta llamada lesión es una fantasía pasajera como cualquier otra. No estoy herido. Yo soy amor. Yo soy el amor de Dios. Por lo tanto, soy supremo en el amor”.
El amor no analiza las heridas. El amor despide a las heridas imaginarias. El amor tiene mejores cosas qué hacer que conservar heridas. El amor no hace pucheros. El amor se mueve, hacia arriba y hacia afuera. Dotados de un corazón de amor como lo están, ustedes no se detienen por pequeñeces. No lo hacen, ni siquiera por un momento. Ni por un momento más ustedes saborean las heridas. ¿No es lo que ustedes han estado haciendo? ¿No han estado exprimiendo todo lo que pueden del amor triste? ¿No han hecho de él una estrella, una causa célebre? Los corazones no se rompen.
Sin embargo, ustedes han conservado el desengaño. Ustedes apuñalan a su propio corazón. Ustedes lo traicionan, lo desmienten. ¿Creen en realidad que su corazón depende tanto de otro? ¿En realidad creen que su corazón no puede sobrevivir sin una carta de amor todos los días? Yo les envío una carta de amor todos los días. Les escribo el amor de Mi corazón. Mi amor por ustedes jamás cesa, ni siquiera por un momento. En el mundo, el amor es inconstante. Nosotros estamos más allá del mundo.
¿Qué más hay qué decir? La vida en la Tierra es en sí misma efímera. Es maravillosa, sin embargo, es efímera. Nuestro amor es eterno, es infinito. No podemos evitarlo. Nuestro amor está aquí para quedarse.
Los seres humanos aman. A medida que ustedes y Yo nos acercamos más en su conciencia, así crece su corazón humano y este no puede estar vacante de amor. En este momento estamos encendiendo la llama del amor para otros seres humanos. Este amor no se extinguirá. El amor está aquí para quedarse.
Traducido por: Lourdes Méndez (Dreamhealer)