Dios dijo:
Ustedes saben qué tan afortunados son en la vida. Son ricos más allá de toda medida. Cada día se les envía un bouquet de flores, o un gran arreglo de frutas, palabras lineales que sobrepasan a lo lineal. Es cierto, ustedes son los más ricos de todos los ricos.
No es para que se comparen con los demás; sin embargo, en términos de estas palabras que ustedes leen, también saben lo bien acomodados que están. Ustedes son los afortunados. Son los afortunados de los afortunados. Su nombre es Buena Fortuna.
Y aquellos que el mundo considera como desafortunados, también son afortunados. Su vida florece. Es posible que la de ellos no. Ustedes prosperan, ellos sobreviven. Sus vidas son limitadas y es ahí donde radica la belleza de sus vidas. Mientras que las preguntas de ustedes no tienen límite, las preguntas de ellos son pocas. Su concentración es clara, mientras que la de ustedes puede no serlo. Hay buena fortuna qué encontrar dondequiera. Incluso en lo que se le llama desgracia, hay buena fortuna por descubrir. Ustedes son un descubridor de buena fortuna. La buena fortuna ya les pertenece. Ustedes han pedido, han buscado y ahora encuentran. Su compra en la vida es buena fortuna.
Recuérdense a sí mismos lo afortunados que son. Cualquiera que sea su fortuna, les pertenece. La tienen, capitalicen en ella. Capitalicen en ella, en el sentido de que están conscientes de ella. Sepan que la buena fortuna es suya. Es su buena fortuna a la cual despiertan esta mañana. Es su buena fortuna el que tengan zapatos qué ponerse. Es su buena fortuna el que tengan un sitio a dónde ir, incluso si no les agrada.
Son afortunados de tener alguien que se despida de ustedes. Son afortunados de tener transportación. Son afortunados de tener piernas que los impulsen. Ustedes avanzan y esto también es su buena fortuna.
Sepan lo afortunados que son para que puedan darse cuenta de más buena fortuna en su camino. Es posible que esta mañana encuentren una moneda de oro a sus pies. Cuando la buena fortuna les pertenece, la oportunidad es suya. Se les han dejado gijarros de oportunidad para ustedes. Ubíquenlos. También miren al cielo. Dondequiera que miren, continúen mirando hacia arriba. Sonríanme y sientan Mi sonrisa para ustedes. ¿Quién sonrió primero? Quizá Nuestras sonrisas fueron simultáneas. Quizá no hay una sin la otra, o, quizá, su sonrisa es siempre el reflejo de la Mía.
Apresúrense a Mí, al mismo tiempo que no se aceleren. No hay tiempo que perder y, sin embargo, no hay ninguna prisa. Tengan la seguridad de su buena fortuna y eso incluye saber qué tan cerca Estamos y qué tan pronto alcanzarán conscientemente Nuestra Unidad y la sostendrán en sus manos por toda la Eternidad. El tiempo apremia en el que ustedes tendrán una irrevocable conciencia de Nuestra Unidad. Sabrán que los sostengo en Mi Mano y que nunca han estado en ningún otro lugar sino en el que han deseado estar. Ustedes siempre han sido del Cielo. El Cielo sea su nombre. El Cielo sea su corazón. El Cielo sea su amor.
Mi amor es su amor. El receptor de Mi amor es también el dador del mismo. El amor que eternamente se mueve también está en calma eterna. Tan lleno está el Universo de Eterno Amor que en realidad no hay sitio hacia dónde se mueva el amor y, sin embargo, el amor se mueve, siempre avanza, siempre animándose en silencio mientras viaja hacia y desde su corazón, pues su corazón es el Corazón de Corazones. Esa es buena fortuna. Su corazón Me pertenece, es Mío en el de ustedes.
Traducido por: Lourdes Méndez (Dreamhealer)