Heavenletter #6113 Published on: August 20, 2017
Dios dijo:
Amados, en la Tierra, existen las excusas.
Una excusa podrías ser cierta, pero no es para ustedes el crear una excusa como si la responsabilidad no fuera de ustedes. No hay excusas para las excusas. No necesitan chivos expiatorios tales como el tiempo, energía, habilidad etc. que les defiendan.
Las excusas los vuelven indefensos, como si fueran víctimas y no fueran responsables por sus propias acciones o inacciones. Esta es un área sujeta a su voluntad.
Queridos, claro, podría ser que estén muy cansados para lavar los platos. Quizás la excusa honesta es que no se sienten con ganas. Podrían decir que no pueden forzarse a sí mismos a hacerlo.
Tienen una Vida para Vivir ahora mismo. Hagan buen uso de ella.
La mayoría de las excusas no valen su peso en hojalata. En cualquier caso, las excusas están hechas de espuma de poliestireno.
No finjan estar enfermos. Tomen acción ahora mismo, y después no tendrán tantas cosas pendientes. Cuando hagan una compromiso, manténganlo.
Decir que lo lamentan es un buen paso, pero no significa que esté bien que no le dieran seguimiento. No hagan del pedir disculpas un modo de Vida.
Por otro lado, no se maltraten a sí mismos. Prosigan. Sólo no permitan que la no-acción tome el control.
También Me doy cuenta de que muy a menudo no saben realmente por qué no le están dando seguimiento a algo. Le deben a alguien dinero, y entre más tiempo pase sin pagar, es más difícil recuperar su momentum. Algo en ustedes parece prevenirlo. Entre más tiempo pospongan algo, más difícil se hace.
Por todos los medios, hagan que sus palabras y sus acciones sean una. O no lo digan. Dejen que su palabra sea sincera. No suelten palabras vagas en esta Vida que está ante ustedes. No siempre tienen que obligarse a sí mismos, y, si se obligan a sí mismos, no se sofoquen con la procrastinación.
La procrastinación es posponer aquello que podrían haberse prometido a sí mismos hacer. Vivan a la altura de lo que se han prometido a sí mismos también. Las promesas están hechas para ser cumplidas.
Sus palabras debe ser puestas en práctica. Sus palabras son expresadas con el fin de hacerse realidad. Sean fieles a sí mismos, Amados.
Una excepción aquí es una promesa de revancha o algún tipo de acción inarmónica. Sí, hay promesas que no vale la pena cumplir. Déjenlas ir y no hagan un canalla de sí mismos. También hay más acerca de la Vida que las palabras.
Ahora miremos este tema desde un punto de vista diferente y quizás dar algo de luz en cuanto a el por qué podrían continuar escalando palabras que ya no sostienen más.
Podrían estar murmurando palabras a las que están acostumbrados. Podrían estar haciéndose nuevos en el sentido de que, mientras se acercan a la Iluminación, viejos pensamientos siguen rodando por su lengua que ya no tienen más la importancia que una vez tuvieron para ustedes. Podrían estar convirtiéndose más en lo que ha sido llamado sin deseo. Su enfoque no sigue el mismo camino, sólo que siguen haciendo sonar las palabras como si ustedes no hubieran cambiado. No son las personas que solían ser, pero podrían seguir ciegamente sus viejos pasos. Quizás no se han puesto al-día con ustedes mismos. Están menos esclavizados a las obligaciones del mundo. Incluso la muerte no tiene la importancia que tuvo una vez. Las citas podrían ser ahora nada para ustedes. Viajan en automático.
La cura es la misma. No hagan promesas a otro o a sí mismos en primer lugar que su corazón podría ya no abrazar más.
Ser menos apegado puede ser algo difícil a lo que acostumbrarse.
Por supuesto, no usan la nueva consciencia como una excusa para no dar seguimiento ni como una excusa para la culpa tampoco. Simplemente hagan sólo las promesas que su corazón respalda por completo. Ahora démonos la mano sobre esto.