Dios dijo:
Vivir para ti solo mismo está fuera de moda. Ya no satisface. Quizás, lo haga por algún tiempo y, entonces, descubres que lo que inicialmente encontrabas satisfactorio; ya no lo es. Ya no satisface lo suficiente. Está muy lejos de esto.
Por un lado, eres difícil de satisfacer y cambias de idea. Otra cosa es que se torna fatigoso el satisfacerte a ti mismo.
No es que debas olvidarte en el mundo; pero, cuando realmente rodeas todo el Universo, comprendes que al servir a los demás, te sirves a ti mismo.
Al no ponerte siempre en primer lugar, no te borras a ti mismo, de ninguna manera. Pero, ya no puedes, sólo por costumbre, ponerte delante de los otros. Percibes que las necesidades ya no son tan importantes. En cualquier caso, llenar tus necesidades hasta el tope, ya no te satisface, porque Yo te hice más grande que eso. No tienes por qué estar en primer lugar. Tienes un Yo más grande. Tampoco debes pensar que la auto humillación es una opción para ti. La auto humillación con frecuencia incluye el ponerse a sí mismo en primer lugar en una forma más obsequiosa. No es que tu consideración por el bienestar de los demás te haga espectacular; ni llame la atención hacia ti. Ni te haga noble. Te hace lo que Yo he designado que seas.
Al fin de cuentas, estás para servirme. No eres tan exclusivo que puedas sobrepasar a los demás sin pensarlo si quiera. Servir al bienestar de todo es, también, servirme. Sólo ten ligeramente presente que tu personaje individual no tiene que ir primero. Ya no eres tan egoísta. Ahora, tienes acceso a algo más grande que tu yo individual.
No creas, ni por un minuto, que Yo te pido ser el chivo expiatorio del mundo. Después de todo, eres el simulador del mundo. Estás en el frente. A través de tu corazón abierto, abres el mundo y, el amor que es el precursor natural del mundo, planeará y te traerá hacia tus sentidos. Así es como vives y amas. No lo proclamas. Sólo vives y amas. No existe una gran flecha apuntando hacia ti. La flecha del amor, en realidad, sale de ti. Después de todo, la flecha Me alcanza, y de Mi, rebota y, así, el amor está en movimiento y es un hecho de vida.
El Amor y su inherente preocupación por todo es la regla del amor. Así es como el Amor se manifiesta y tú lo manifiestas. No existe ninguna fanfarronería, pero, existe un continuo de intención y propósito. Un signo billa ante ti.
Vivir sólo para ti mismo no es amar. Es egoísmo. Estás aquí para elevar el mundo. Es así como como te elevas a ti mismo. Es así como creces. Esto es realismo. El mundo y todo en él está entrelazado. Llegas a ser real puesto que esta conciencia te mueve a mayores alturas en tu vida.
Reconoces que una vez fuiste adicto a ti mismo. Estabas sólo en ti mismo. Tu visión de la vida era el ego, y el ego era natural para ti. Y, entonces, miraste de nuevo, y llegaste a ver el ego bajo una luz diferente. Llegaste a ver que el ego no eres tú, sino una baja representación de ti. Entonces, ya no te interesó como lo hacía antes. Tu horizonte se amplió y comenzaste a crecer.
Conectándote solamente a tu yo individual te mantiene embrutecido. Tienes que ser viable en el mundo. Debes correr a través suyo con algo más que un simple cabeceo hacia los otros. Los demás vienen a ti, y tú contribuyes a hacer más confortable su camino. Tú vas hacia los llamados otros, no como un caballero blanco, sino como un simple ser humano que ofrece su mano y deja inspiración en su despertar. Un poco como superman sin uniforme. No te comportas en una forma que llame la atención hacia tu yo más bajo. La atención hacia ti ya no es una característica principal de tu vida. Tu lealtad hacia Mi hace la vida un poco mejor para todos, y así te elevas a ti mismo. Todo esto es tu saludo hacia Mi.
Traducido por: Jhrendon
Enlace original: http://heavenletters.org/rising-to-greater-heights.html