Dios dijo:
Amado, cuando hablo, ¿te gustaría asistir? Incluso cuando no entiendes exactamente lo que estoy diciendo, obtienes algo aunque sólo
estés escuchando distraídamente. Juntos, avanzamos hacia adelante. No tienes que buscar un plan o un logro establecido. Juntos, Nosotros, tú y Yo, como Uno, simplemente nos elevaremos hacia el Este de la misma manera en que el sol de la mañana lo hace. Es natural.
Juntos, tú y Yo, no partimos con un gran plan. No planeamos No hacemos un gran revuelo. No nos proponemos romper ningún récord. Nos sentamos juntos. No pedimos más que estar juntos con Nuestros corazones que palpitan con un Unico latido.
Algo bueno viene a través de Mi voz que agita el latido de nuestro corazón en simplicidad pura. Por supuesto, escucha toda la música que te gusta escuchar e inclúyeMe. De tu disposición a escucharMe, el mundo da un salto.
Sorprendentemente, siempre hay más cosas sucediendo de las que parece al principio – especialmente cuando Yo hablo y tú escuchas. Por tu misma apertura, lo que comunico se afianza en tu corazón. Detrás de escena está sucediendo más de lo que puede parecer inicialmente. Simplemente estamos juntos, y nada más. No tienes que estar pensando en Nuestra conexión. De hecho, es bueno vivir simplemente la Unicidad.
Incluso si no tuvieras oídos para escuchar, y no pudieras escucharMe en absoluto, existe una sutil influencia refinada de la audición – una Esencia de Dios – en virtud de la cual no hay lugar en donde la Unicidad no pueda estar.
Si te hablo en un idioma del que no conoces una palabra, te enriquecerías igualmente – una sutil influencia de sonido disponible incluso en un lenguaje desconocido a tu mente consciente que te alcanza.
No estás buscando una instrucción intelectual seria. La Unicidad tiene un tipo de comunicación fácil. No te estás registrando para nada. Te doy un acceso simple al latido de Mi corazón. Adelante.
Si Yo, Dios, no moví Mis labios, y eres consciente de que no estoy moviendo mis labios, ganas al darte cuenta de que la Unicidad está en el mismo Universo juntos.
Con la tranquilidad que sientes en Mi presencia, Me absorberás sin esfuerzo a tu propio ritmo. No hay cuota que debas llenar. No tienes que correr rápido ni reflexionar. Es de Mí que vienen el amor y la fuerza. Ven aquí, por favor.
No tienes que hacerme preguntas. Somos fundamentales. Somos la naturaleza misma. Somos inconmensurables. Comenzamos desde donde estamos, y es bueno.
En Silencio y sin una lista de deseos lucrativos en mente, la Unicidad se profundiza, y Nosotros vamos alto. Omitimos cualquier enfoque, incluso en el Silencio. El Silencio ni siquiera es un pensamiento. Juntos existimos como un impulso. Somos Uno más allá del pensamiento de la Unicidad. Somos Unicidad. No necesitamos orar por eso o algo así.
Estamos fuera de este mundo. No necesitamos anunciar que la Unicidad se reúne como Uno.
Incluso cuando no recuerdas Mi Nombre, profundizamos. No somos Autoconscientes. Somos Unicidad. Somos más profundos que cualquier pensamiento o no pensamiento. Estamos pre-pensados. Somos preconcepto. Somos primarios. Somos eternos. Somos la naturaleza misma en una alondra. Somos el Ser Único que siempre ha sido. Eras Unicidad mucho antes de que te surgiera la idea.
Ahora te oigo decir: "Toda la Gloria para Ti, Dios".
Amado, Yo soy el Unico Ser, y tú también.
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