LA SEÑAL EN TU CORAZÓN - Abril 9, 2006
Heavenletters™ Nº 1982: Acercando la Tierra más al Cielo
Traducción: Copito Paz
copitopaz [at] hotmail [dot] com
Edición: Anita Manasse
estrellam [at] sion [dot] com
DIOS DIJO:
No rechacen a sus propios corazones. Cuando duelan, confórtenlos. Mejor aún, no dejen que los objetos extraños se entrometan para perturbar sus corazones. ¿Los asuntos inconexos que oprimen a sus corazones, para qué dejarlos entrar? Como en los días de los bares clandestinos, pregunten, ¿”quién es?" antes de abrir la puerta para dejarlos entrar
Sus corazones no necesitan agravios, sentimientos disfrazados, daños, protestas y así sucesivamente. Pero ustedes de alguna manera han dejado las puertas de sus corazones ampliamente abiertas para el dolor y ustedes han restringido el paso del amor. ¿No es esto algo asombroso? A veces parecería como si ustedes tuviesen todo al revés.
Quizás sus corazones tengan una señal: "Bienvenidos, todos los problemas. Pasen por favor. Este es un buen lugar para ustedes. Ustedes pueden estar calentitos aquí y engordar. Ustedes pueden expulsar al amor y arquear el lugar. Ustedes pueden eructar en este corazón que ustedes ocupan. Ustedes pueden multiplicarse. Ustedes pueden jalar una soga con los últimos problemas para asegurarse que me duela. Ustedes pueden azotarme, un corazón simple, si ustedes desean, tanto como ustedes quieran. Si a ustedes les gusta torturar, entren."
Sus corazones no pusieron esas señales. Ustedes lo hicieron. Ustedes las dibujaron con su mano izquierda, notando apenas lo que estaban haciendo. Amados, bajen esas señales. Reemplácenlas conscientemente. Hagan una nueva señal:
"Solamente el amor puede entrar, y solamente el amor puede permanecer. Este es un corazón de amor."
Y luego envíen un aviso de evicción a cualquier problema persistente o ansiedad esquiva. Sean firmes Ustedes van a establecer un corazón de amor. No hay sitio en su corazón para la aflicción, la preocupación, los altercados, las discusiones, ni las peleas. Estas verrugas podrían intentar entrar furtivamente, llamándose autosuficientes. Pero no se dejen engañar. No hay necesidad de que deban probarse si están acertados.
Cuanta más razón ustedes tengan, menos tienen que ser, entiendan. El mundo no se acomoda según sus códigos de honor. Si alguien los ha agraviado, no habrá juicio. No tienen que encontrarlos culpables ni a ustedes inocentes. No importa. Dejen ir a los que agravian. Sáquenlos de sus corazones pulsantes.
No es que ustedes se desentienden de los problemas pero sí los dejan ir. No hay ningún porcentaje por llevar, en un sentido, lo que está mal con ustedes, no importa lo correctos que sean. Consideren todas las cosas a las que ustedes se oponen como si fueran matones. Ustedes se topan con ellos, pero no se los guardan. No los llevan a sus corazones. Son sólo matones, y sus caminos se cruzaron. No lleven a los matones a sus corazones. No establezcan recompensa en sus pensamientos, porque eso está suspendido en el pasado, y un pasado que no desearon en primer lugar. ¿Entonces, para que aferrarse?
Liberen a los matones de sus pensamientos. Déjenlos ir.
Ustedes son cuidadosos de lo que comen. No dejan entrar cualquier cosa a sus bocas. Bien, entonces, no dejen entrar de todo a sus corazones. Son sus corazones, no de otros. Queda en ustedes qué introducen y que no. El amor que entra y el amor que sale es el nuevo lema de su nuevo corazón, porque sus hermosos corazones latentes están llegando a reconocer al amor como su fuerza y su gloria. ¿Si ustedes pueden elegir un corazón de amor, porqué elegirían cualquier otra cosa?
Lo que sus corazones hacen no depende de cualquier persona o de cualquier cosa pero de ustedes. No importa cuán abrumadores ciertas situaciones puedan parecer para sus corazones, sus corazones son más poderosos. Ustedes pueden montar los caballos de sus corazones y mantenerlos en la pista hasta que ganen sus carreras para el amor y consigan el oro junto con los corazones de todos los demás.