Published on: May 6, 2018
Dios dijo:
La vida, mientras te ocurre, no te lleva en conjunto a un crescendo. La vida parece pasear por ahí. La superficie de la vida en que más cabalgas parece dar muchos giros de media vuelta. En vez de una meta clara, la vida parece circular, girando, y tiendes a concluir seguido, muy seguido, que la vida es una simple broma en ti, y no da risa.
El chiste que parece repetirse a sí mismo es que tomas la capa superficial de la vida muy en serio. Claro, como todos parecen hacerlo, tú también. La vida, como la miras, con frecuencia no te ha impactado por su ligereza. Puede impactarte que tu vida ha sido más a cerca de desatarte de una valla que no alcanzas a superar bien.
Cuando te ves a ti mismo como víctima, en algún punto en todo ello, descubres que tú eres tu propio perpetrador de la broma que te juegas a ti mismo. No hay que insistir en ello, por supuesto. Tú eres ambos el escritor y el lector del libro que sostienes en tus manos. La vida, aún cuando te opones a ella, es apreciada por ti. La vida está realmente sólo a un salto, esquiva y brinca de ti. Desde tu punto de vista personal, qué puedes hacer sino ponderarlo todo seriamente?
Incluso si sólo es una sombra persiguiéndote, tú eres, no obstante, el que está siendo perseguido. Es tu vida misma de la que Hablamos. Tu vida puede ser nada más que una broma, pero es tu broma. Tú sólo sabes como aferrarte bien de la vida como si tu vida asignada fuera de hecho una cuestión de vida o muerte, nacer o fallecer. Comprensiblemente, te cuelgas de todas estos jugueteos aparentes con todo tu poder. ¿Qué más puedes hacer con esta ficción de tiempo? Estás leyendo una novela romántica o de espionaje que asumes como una autobiografía que te topas, y estás incrustado en el centro de ella. Vaya volteador de páginas en que derivaste con tal precisión y división.
¿Cómo podrías despertar de está historia cuando está tan decidida a seguirte de arriba a abajo por las sendas de la montaña? ¿Cómo podrías rebasar a la vida y ponerte al frente de ella? La historia que sigues corre mucho más rápido que tú. Eres como un caballo de carreras que trata de superar su propia marca. Estás atrapado en tu propio hechizo. No ves una salida, aún así vas tan rápido como puedes. Trata como puedas, no eres buenísimo distanciándote de ti mismo.
Hay otros que te acompañan en la vida que parecen ir más rápido que tú. Los encuentras adelante de ti mostrándote pepitas de vida para darte una pista. A veces también existen los misterios tales como: ¿Quién es realmente un amigo y quién se disfraza de uno? Y trata como puedas, no podrás atrapar bien las semillas de la verdad de tu vida en la Tierra.
Realmente te gustaría convertirte en sabio. Podrías seguir cayendo en los mismos trucos viejos. Parece no haber una salida para ti. Te tropiezas en el mismo bache repetidamente. Te preguntas si pudiese haber otros que se repiten a sí mismos como tú. Diligentemente, te repites a ti mismo una y otra vez, si no para tu derrota, cuando menos para tu desilusión.
Ya has estado en este punto antes. Despiertas de sobresalto, fijando temporalmente tu mano izquierda en tu aturdida frente y tu mano derecha a tu corazón adolorido. Te has repetido a ti mismo por novena vez sin un final a la vista. Podemos decir que la vida es una fase interminable que atraviesas, incluso cuando no tienes una clave real de cómo inicio todo. Quizás es una clase misteriosa de molino de agua en que montas. Oh, Dios!
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