Amado, en medio de la vida, eres acosado por la vida que se derrumba por doquier aparentemente a la vez. Apenas hay un descanso para que te instales durante un tiempo para echar un buen vistazo a lo que realmente está sucediendo, de hecho, en tu vida.
A veces, puedes sentir que te arrastra un arado de nieve, levantado en una ráfaga de vida de un momento a otro sin saber realmente lo que está pasando. Al mismo tiempo, todavía tienes que registrarte sin respirar un momento para orientarte y tomar una respiración, hacer un reconocimiento y bajar el volumen.
"Date prisa, date prisa", dice la vida. “Termina con todo esto. Antes de que puedas terminar, te habrán asignado más trabajo y apenas una oportunidad para ponerte al día, por no hablar de salir adelante".
El hecho es que, en la bofetada de la confusión, buscas la paz. Sin embargo, intentas mantener un calendario y no siempre tienes éxito o incluso comenzar.
¿Quién es, Querido, quién te pone en un ritmo tal que no puedes mantener y no puedes salir de debajo?
Oh, por la vida de un pirata en Alta Mar.
Recuerda cuando las vacaciones de verano duraban dos meses y medio desde fines de Junio hasta principios de Septiembre. En aquel entonces, un día duraba un día, y un día era largo, y el verano duraba un verano. El verano estaba completo antes de que terminara. Las estaciones duraban toda una temporada de alegría antes de llegar a su fin. El tiempo era real entonces y duraba toda una temporada de alegría. En ese entonces, las temporadas te daban el valor de tu dinero.
En esos días, tenías un abrigo de Pascua en colores de Pascua. Usabas el abrigo como si realmente fuera para una ocasión, y luego un abrigo de otoño y luego un abrigo de invierno y polainas y luego un abrigo de invierno que era de lana y no una parka. Los abrigos eran estacionales.
Luego, el verano consistía en rodillas arañadas y picaduras de abejas y días que duraban toda una eternidad.
Ahora los días son cortos, y estás más viejo. Sabe alguien a dónde se ha ido el tiempo?
Ahora la computadora te pregunta como un disco rayado en la pantalla: “Dime qué quieres hacer”.
La computadora me pregunta como si Yo fuera una persona. La computadora es muy considerada, como si la computadora realmente me hablara y se preocupara por mi bienestar. La computadora no me llama por mi nombre.
¿Quién es esta computadora que cuida de todos modos?
¿Dónde están mis amigos que, con un velo de lágrimas, me dejaron sin despedirse o incluso sin un con-tu-permiso? Se fueron, justo así, junto con los veranos que una vez se tomaron su tiempo en verano.
Ahora se reconoce que las estaciones en realidad solían ser caballos de un color diferente. Ahora las estaciones pueden llamarse cambio climático. Las únicas cosas que duran ahora son quizás las uvas en la vid. Parece que las manzanas ya no crecen en los árboles. Las manzanas tienen pequeños sellos de papel que no tienes que lamer, y sin embargo, los pequeños sellos anuncian manzanas en lugar de flores.
Ahora un níquel no te compra una taza de café ni un periódico. ¿Por qué estás nostálgico? Puede que desees el futuro ahora más que el pasado si tan sólo supieras cómo hacerlo.
Tienes vistazos del pasado; sin embargo, nada es como el pasado que ya no se puede encontrar si es que realmente existió. Hace mucho tiempo perdiste las melodías de antaño y ya no te aferras a ellas.
Lo admites ahora. Dios tiene razón. El tiempo no existe. El tiempo ha llegado a un punto muerto. Ya no existe un crepúsculo. Ya no existe el estar acostado boca arriba en un prado masticando un pedazo de paja. No recuerdas que alguna vez hiciste esto realmente, sin embargo, lo extrañas igual.
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