Dios dijo:
Vives en más de un mundo. Vives en la Tierra, no hay duda de eso. La Tierra es un mundo de ensueño en sí misma.
Cuando duermes, estás en algún lugar fuera del mundo de la Tierra. Existe el mundo de los sueños y existe el mundo del sueño donde parece que por un tiempo no sueñas y no existes en ningún lado, sin embargo, estás en Algún Lugar.
Existe la Vida de los Ensueños.
También está el estado de vigilia cuando no sueñas y, sin embargo, no estás claramente en el mundo consciente.
Existe la Vida Sin Pensamientos que también es tuya. ¡Viva!
Entre palabras, estás en pausa. En la palabra escrita, puedes ver el espacio vacío donde no hay pensamiento entre las palabras.
El Verdadero Tú está en el Infinito. No eres un extraño para el Infinito. Eres alguien que tiene una gran riqueza y puede no saber que tiene una cuenta bancaria llena de maravillas. La cuenta bancaria te pertenece de todos modos. No tienes que ser consciente de esto para que así sea.
Eres poseedor de una Gran Inteligencia, sin embargo, puede que no tengas idea de la amplitud y profundidad de tu Inteligencia. O puede que tengas una idea, aunque sea vaga. No hay duda de que te subestimas a ti mismo. Eres bueno para subestimarte a ti mismo. Incluso puedes estar orgulloso de eso. Eres modesto hasta el copete, como si no quisieras que te vieran bajo la Resplandeciente Luz del Sol, como si sólo te escondieras de ti y de todos en el crepúsculo. Prefieres permanecer en las sombras. Y entonces, te escondes y te consideras inteligente. Te enorgulleces de tu modestia.
Es extraño, ¿no? Que te engañes a ti mismo y a todos, al igual que el Pequeño Jack Horner, lo hizo de la manera opuesta a ti:
El Pequeño Jack Horner
Estaba sentado en la esquina,
Comiendo su pastel de Navidad;
Él introdujo su dedo pulgar,
Y sacó una ciruela,
Y dijo: "¡Qué chico más bueno soy!"
El pequeño Jack Horner se honró a sí mismo.
O bien, eres el Hombre de Jengibre que pensó que podía eludir al mundo: "No me puedes atrapar, soy el hombre de jengibre".
Por supuesto, fue atrapado y se comió sus palabras después de todo. ¿Qué tan inteligente es realmente engañarte a ti mismo? ¿Qué tan sabio es? ¿Qué tan digno es?
En el cuento de La Nueva Ropa del Emperador, dos estafadores llevaron al Emperador a creer que sólo los mejores líderes podían ver el fino tejido proveniente del telar de los estafadores, vacío de hilo. Todo el mundo en el momento optó por fingir que realmente vio tela tejida, porque todo el mundo quería ser visto como un mejor líder, por lo que cada uno pretendió ver lo que no veía hasta que en el Desfile del Emperador, un niño gritó la Verdad:
"¡Pero él no tiene ropa puesta!"
Por supuesto, la moraleja de la Nueva Ropa del Emperador es pretender que ves lo que no está allí. Al negar tu Grandeza, parecería que eres experto en estafarte a ti mismo de tu propia Luz, como si fuera inteligente sacar una ciruela de un pastel de ciruela, o creer que puedes correr más rápido que todos los demás, o que puedes engañarte a ti mismo y a los demás haciendote pasar por menos de lo que eres, como si fueras un niño prodigio en engañarte a ti mismo y a todos los demás acerca de tus inclinaciones que son verdaderas y que te pertenecen mientras agitas repetidas veces la cabeza No.
Busca tu Verdadera Naturaleza y encuéntrala. El hecho es que eres una Luz Ardiente ante la que has elegido verte con los ojos vendados. Ábrete para recibir la Luz que te he dado. No, no, no, no evites todas las oportunidades que coloco ante ti. Considera la posibilidad de que los atributos que declaro son tuyos SON, de hecho, TUYOS.
No tienes que ser un cazador rabioso para grandes hazañas. Solo ábrete a recibir, porque tu tiempo vendrá, y la Gran Visión estará sobre ti, brillando para que todos lo vean. Te revelarás como Quien eres. ¿Qué tal en esta vida, qué dices?
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