Se ha dicho que la mayoría de lo que te molesta proviene del ego. Otra forma de decir esto es que la irritación y su hermano mayor la ira provienen de una necesidad que tienes de control
De ninguna manera te puedo disuadir, como parece, que tus sentimientos negativos se basan en algo externo. Bien podría serlo. Ciertamente, tú no buscas ninguna postura negativa. Parece que se presenta sin ser invitada. Así que, en efecto, te concederé el que prefieras tener ecuanimidad, incluso en un mundo de personas y situaciones irritantes. Sé que eres un buen tipo. Sé que, sin lugar a dudas, estás de lado del bien. Por supuesto, lo sé, y tú lo sabes, y todo el mundo que te conoce lo sabe.
Y, sin embargo, de vez en cuando, algo te molesta.
Ahora bien, esta cuestión de querer controlar, o de necesitar control, ¿De dónde viene eso? ¿De dónde surgiría a través de ti cuando, en vida, muy bien has debido tener tus dedos, uno a uno, fuera de control? Ese es el punto.
Dado que el control parece haber sido eliminado de ti, el único control que sientes que tienes es el de estar inconforme. Un montón de cosas no se dan en la vida como quisieras.
Así que ahora consideras tu capacidad para controlar como inexistente. Estás obligado a seguir esta regla o esa otra, esta ley o esa otra. Tienes que ganarte la vida y puede que tengas un socio que te regula. No me extraña que anhelas el control de alguna cosa, incluso si se trata de algo que no es importante en absoluto.
Si sientes que tienes más que decir en tu vida, no deberías anhelar tener tanto control. En realidad quieres independencia y la libertad ella ofrece.
Comienza la independencia con tus pensamientos, Amado. Este es un buen lugar para comenzar. Alguien puede quitarte la libertad de acción, incluso tu libertad de expresión, y aun así, eres el Rey de tus pensamientos.
Cualesquiera que sean las palabras o expresiones de modales o acciones que te perturban, tus pensamientos son tuyos y nadie puede gobernarlos y, tampoco, tus emociones. No sólo son tus pensamientos el lugar donde empezar, este es el único lugar donde puedes empezar.
Protestas que los demás, el mundo… etc, llevan la batuta, mientras que permites que la manera de hablar de los demás y sus formas de pensar te hagan perder tu calma interior, incluso cuando no permites que se vea. Oh, sí, otros ya están gobernando sobre ti. Te filas para bailar a su son, en nombre del control.
Ya sea que le llamemos ego o control, es tu propia corta visión.
Dices que algo o alguien te molesta, y aún le permites que te siga molestando, como si no tuvieras más remedio que mantener su molesta. ¿Qué pasaría si dejaras tu irritación? ¿Qué pasaría si consigues superarla?
¿Por qué te molestarías por el piercing o los tatuajes o lo que sea que te lleve a una discusión?
¡Comienzo a pensar que te gusta estar enojado por algo, incluso cuando no tiene nada que ver contigo! Nadie te obliga hacer algo. La chica con el pelo púrpura o cualquier cosa que te haga erizar los pelos de la espalda, lo último que supe es que nadie estaba obligándote a que te pintaras tu cabello de púrpura o que te afeitaras.
Deja de intentar controlar a otras personas. Deja ese control forzoso. No te gusta eso. Oh, Dios mío, juzgar es un férreo control. Es la madre de todos los controles. El juicio seguramente te está controlando.
Puedes dejar de juzgar. Realmente puedes hacerlo. La sensación de molestia puede abandonarte. Vas a estar bien sin ella. Libérate. Deja el ego, el control y el juicio en estos momentos. Da Inicio a la felicidad.
Traducido por: Miguel