DIOS DIJO:
No dejen que el dolor les desconcierte. No tiene que ser el maestro de su corazón. Hasta con dolor, el amor existe. No tengan vergüenza de que su cuerpo les duele. Griten su dolor, si hace falta Tienen el derecho de ser escuchados. No pretendan que el dolor se fue y todavía ustedes pueden hacer las paces con el. Pueden escucharlo como si estuviera a la distancia. No tiene que gritarles. Como con la música que está a un volumen demasiado alto, bájenlo un poco. Eleven su límite. Escuchen una estación diferente.
Hasta si ustedes Me hacen responsable por su dolor, llámenme a su lado. Déjenme sentarme con ustedes y sostener su mano. Ustedes pueden tenerme y tener dolor. El dolor no tiene que mantenerles lejos de Mí. El dolor no tiene que servirles de campo de batalla. No es una causa de conflicto. El dolor es lo suficientemente difícil. No se ausenten de mí por ninguna razón. No sacudan su puño hacia Mí, amados. Con dolor, Ámenme igual. El otro lado del dolor es el amor. Miren al amor. Lo que sea que les duela, miren al amor. Traigan a Cristo a ustedes. El sabía cómo entregarse desde el dolor. Dejen que Su liberación del dolor entre en ustedes. Sostengan el Cristo dentro suyo, no un Cristo sufriente, sino el Cristo quien puso el dolor físico en su lugar y el amor primero. Ustedes no están hechos para ser el Cristo en la Cruz. Ustedes están hechos para ser el Cristo resucitado.
Dentro de ustedes está el templo de Cristo. Dejen que su corazón sea el altar. Dejen que el dolor sea el límite. Y crucen sobre esto. Entren a la cámara del amor, de amor dorado, de amor más poderoso que cualquier cosa que el mundo haya concebido. El mundo concibe dolor, pero el dolor no es su Dios, y dolor no es su Ser Crístico. No le den homenaje al dolor. Ustedes pueden sentirlo, pero no tiene que poseerlos. No sean consumidos por el. Sean expandidos por el. Cambien cada ola de dolor en una ola de amor. Esto no es mentirse a ustedes mismos. Esto está admitiendo la Verdad. Con cada llanto de dolor, su corazón todavía palpita amor. El dolor más grande no alumbra una vela al poder del amor. Bendigo a todos los que están en dolor y bendigo a todos aquellos que no lo están.
Atados a la cama, agonizantes, sean un símbolo del poder del amor. Lo que sea que les cause dolor, dejen que sus ojos sean ojos de amor. El dolor no tiene que mostrarse por sí mismo en sus ojos. Dejen ir el miedo al dolor y reemplácenlo con amor. Dejen que sus ojos estén llenos de amor. Vean con su corazón y no el dolor. El dolor no es santo. Ustedes lo son. Mi amor por ustedes es un reglao. Ustedes tienen Mi amor. Permitan que su corazón se llene de esto. Hagan al amor su amado. Hagan amor a cada uno de sus pensamientos. Denme su dolor. Ustedes no tienen que mantenerlo en su pecho. No tienen que tomarlo a su corazón. Lleven amor al corazón. Tomen Mi amor y háganlo suyo. Yo se lo doy. Yo les doy amor.
Y ahora pongo mi mano en su cuerpo en donde su dolor se asienta y lo saco de una vez. No es necesario el dolor. Yo le pido que se vaya. Y si no lo hace, entonces les pido a ustedes que sientan que el dolor se va. Ustedes han conocido el dolor por suficiente tiempo. Lo físico es todo imaginado de todas maneras, amados. Lo físico no es real. Es físico. No importa cuán real lo físico se pueda sentir, solamente lo que está más allá de lo físico es real. Y lo que está más allá de lo físico es amor, Nuestro amor, y Nuestra Unidad de amor. Sepan que ustedes son amados. Con o sin dolor, ustedes son amados. Nadie es amado más que ustedes. Sean triunfadores sobre el dolor. Suplanten dolor con amor. Ustedes son Mis amados. El dolor terminará. El Amor no.