Dios dijo:
Cuando tengan que tomar una decisión, sepan que lo que ustedes deciden no es monumental. Sin embargo, el consejo que aquí les doy sí es monumental: No tomen decisiones basados en el miedo ni tomen decisiones para demostrar que no temen. No traten de probar nada.
En primer lugar, no teman y no promulguen miedo. Tengan cuidado de advertir a otros sobre lo que ustedes temen. Recuerden la historia sobre la gallinita roja quien sinceramente pensaba que el cielo se estaba cayendo. No se dediquen al miedo.
No escuchen los temores de otros. No se los apropien. Ustedes saben que el miedo es contagioso. Todo es contagioso, mis Amados. ¿Qué desean ustedes esparcir? Propaguen riqueza, salud, felicidad, amor, confianza. No difundan desastres.
Cuando ustedes ven un incendio, gritan “Fuego” y corren buscando la salida. No griten “Fuego” antes de tiempo. Esto es lo que ustedes han venido haciendo con frecuencia. Tantas cosas terribles que podrían suceder. Podría generarse un fuego, mis Amados. Proviene de la predilección del No Fuego.
Tengan cuidado con las predicciones que difunden. No presagien fatalidades. No busquen señales de destrucción. El dicho: “Es mejor prever que tener que lamentar” – tiene su lugar pero no debe convertirse en un estilo de vida. En la vida relativa, hay riesgo. El mayor riesgo es temer un desastre inminente.
¿No son sus pensamientos poderosos? Los pensamientos negativos portan sus semillas con ellos. Los pensamientos positivos también. Recuérdense a sí mismos transmitir pensamientos poderosos, de alta vibración y desechar los pensamientos poderosos de baja vibración. Ustedes sienten escalofrío al pensar en amenazas de desastres. ¿Cómo se sienten cuando piensan en el Cielo y en Mí? Muy bien, Yo diría. Hagan sus apuestas donde deseen estar.
Lo que estoy sugiriendo, no es pretensión. Estoy hablando sobre una dirección hacia dónde moverse. Cuando hay dos cruces en la vía, escojan el más favorable. No es pretencioso decidir sobre un sendero favorable. Tan pronto como ustedes empiecen a caminar, ya se encuentran dentro del camino. Escojan el camino, mis Amados.
Ustedes tienen la opción de terminar con la piscina en la cual se sumergen. Ustedes tienen la opción sobre qué silla sentarse. Ustedes tienen la opción de dirigir sus pensamientos. Ellos no tienen que dirigirlos a ustedes.
Amados, cuando todo está dicho y hecho, ustedes son responsables de sus pensamientos. Ustedes no son una veleta que sopla el viento. Son más como un ancla. Anclen sus pensamientos donde ellos funcionen bien para ustedes.
Cuando ustedes contratan un empleado, ustedes lo contratan para ciertas tareas. Ustedes no lo contratan para que él los sabotee. Hagan lo mismo con sus pensamientos. Escojan pensamientos que los nutran a ustedes y al universo.
Ustedes no solo escogen para sí mismos. Sus pensamientos no están recluidos. Sus pensamientos son como una tecla de computador que ustedes oprimen y quedan impresos en el universo. Con voz o sin voz, sus pensamientos son impulsos de electricidad que llegan lejos. Ustedes son como un inalámbrico, Amados. No solo transmitan mensajes que les sean dados. Originen mensajes saludables.
¿Qué mensaje envías hoy a las ondas aéreas? Si a ustedes se les diera el privilegio de pararse en lo alto de una montaña y decir algo para que todo el mundo los oiga, ¿Qué dirían? Dirían: “Tengan cuidado! ó un: “Que Dios nos bendiga a todos”.
Quizás dirían: “El sol está brillando. Únanse a mí en lo alto de esta montaña. La vista es maravillosa”.
Compartan esta alta montaña, mis Amados. Permanezcan en calma.
Traducido por: Gloria Helena Restrepo C.