DIOS dijo:
Ustedes no surgieron de la duda. Ustedes surgieron del amor. No hubo cuestionamiento alguno sobre ustedes, sobre su nacimiento, sobre su presencia en la Tierra. Ustedes, su nacimiento y su presencia en la Tierra fue un asunto incuestionable. Ustedes tienen tanto derecho de estar aquí en la Tierra como cualquiera otro. Ustedes tienen tanto derecho como Cristo mismo.
¿Acaso no saben que fui Yo quien los envió a este lugar? Yo sembré las semillas de Cristo e hice que germinaran. Yo veo los semilleros y, los contemplo, los veo crecer.
Yo, Vuestro Padre; Cristo, vuestro hermano, proliferando en la Tierra, sobredimensionando la Tierra, conteniendo inconmensurablemente la Tierra, estamos fusionados en ti. Este germen es para que retomen el poder donde Cristo lo dejó. Ahora, son ustedes quienes van a quitar las máscaras y las vendas de los ojos. Ustedes son la Tierra iluminada. A ustedes se les ha dado.
Esto no es una carga, amados. Ustedes no portan el peso del mundo. Ustedes portan su luz.
Todos vuestros genes son Míos. Piensen en ellos como los del Cristo, sí así lo prefieren. No importa cómo puedan concebirlos. Ellos son Míos, dados a ustedes como le fueron dados al Cristo, traspasados a ustedes a través de Mi voluntad que ustedes conocen como la Poderosa Presencia que ustedes son, y que ustedes suavemente revelan la luz resplandeciente de Mi Presencia.
No importa que ustedes no hayan nacido en Belén. No importa que los magos no hayan venido. Las estrellas fueron auspiciosas. Ustedes nacieron dondequiera que hayan nacido. No importa quién les haya dado a luz. Yo les di su vida y se las di a ustedes para iluminar la humilde Tierra. Ustedes son una estrella entregada a la Tierra. Ustedes son una estrella de Dios en la Tierra.
Iluminen su rostro hoy. Ilumínenlo con luz propia.
Ustedes fueron enviados a la Tierra para iluminarla y, por lo tanto, ser iluminados. Su carrera no es su propósito existencial, amados; a menos que sea su herramienta para iluminar el mundo. No importa cuál sea su trabajo en vida, desempéñenlo con humildad o con osadía. Es un destello más de luz en la copa que ustedes elevan hacia Mí. Sean un nadador en el mar y naden para Mí. Sean un caballero y dispongan la caballería para Mí. Sean un ingeniero y sean ingenieriles para Mí. Refrieguen pisos y háganlos relucir para Mí.
De la misma forma que adoran a Cristo, adórense a sí mismos.
Cristo no está relegado al pasado. El sirve en el presente. El crece en ustedes. Libérense del pasado para empoderarse de él. El pasado arrojó flechas sobre ustedes, causándoles desmayo. Desháganse de sus flechas. Ellas no les pertenecen. Ellas son como hojas que caen. ¿Qué haces tú con las hojas? Las rastrillas, las embolsas o las quemas. Libérense de las hojas caídas del pasado. Sacúdanlas. Ustedes deben dejarlas en el pasado.
Tú eres un Ser libre en la Tierra. Tú no estás encadenado. Tú no eres un estorbo. Tú eres Mi luz. Sal del rincón donde te has refugiado.
Divino niño de Dios, tú quien portas Mi plantilla en tu corazón, levántate y brilla con luz. Empieza. Tú puedes ser el primero, otros quizás duden. Ellos solo están a la espera de tu señal. Levántate y permite ser la señal.
Ustedes no tienen que hablar. Ustedes no tienen que ser un sacerdote o dar sermones. Ustedes no necesitan un vestido. Ustedes no necesitan tener un título especial.
Ser Humano es suficiente título para ustedes. Hónrenlo, amados. Háganle honor.
Traducido por: Gloria Helena Restrepo C.