TENER COGNICION DEL AMOR DE DIOS
Heavenletters™ Nº 2920: Acercando la Tierra más al Cielo
Noviembre 22, 2008
Traducción: Héctor Santos Ramallo
Edición: Anita – wayran [at] gmail [dot] com
El CIELO está aquí para alcanzar a cada alma en la Tierra con el propósito de despertar:
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra confianza en nosotros mismos *
* Nuestro conocimiento de ser merecedores por igual ante los ojos de Dios.*
* Paz en la Tierra*
Dios siempre nos está acercando a Él.
Dios dijo:
Escuchar una palabra desde Mí es una bendición suprema, y es una bendición que se dan a sí mismos. Ciertamente, yo no evito que me escuchen. Yo no me hago ilusorio. No me siento en una nube o en una montaña en algún lugar tratando de hacer una gran mística de Mí mismo. Yo no me hago a Mi mismo difícil de abordar. Yo no les hago calificaciones para que puedan escucharme. Yo no les doy pruebas. Yo no repruebo con un cierto por-centaje para hacerlos salir de una manera preconcebida. En absoluto.
O, si quieren decir que Yo cargo los dados, bien, entonces, los cargo a su favor. Precon-cibo que me van a escuchar. Puedo sentarme a su lado. Hablar. Decir su nombre. Silbar-les. Bailar. Tocar en su hombro. Y decir: "Espera un segundo. Estate quieto y escúchame. Oye mi voz sobre toda la multitud."
Pueden estar muy preocupados para escucharme. Su mente puede estar tan llena de estática que no me pueden oír. O quizás simplemente hablan tanto, sus pensamientos rebeldes ahogan Mis propósito. Amados, muchas veces Me han hecho oídos sordos.
Esto no es para castigarlos. Esto no es desarrollarles un ápice de culpa. Esto es para que despierten, para que se detengan un momento a escucharme. Sacudo su hombro para que se detengan un momento para que escuchen siquiera un eco de mi amor por ustedes. Está bien si no escuchan mis palabras en este momento. Está bien. Ya llegará el día. Pero justo ahora, tengan una porción de Mi amor. Tengan cognición de mi amor descargándose en su frente como un copo de nieve, o como un pequeño pinchazo en el corazón.
Inclinen su oído hacia Mí. Inclínense a Mi amor. Cierren los ojos un momento y sientan mis brazos alrededor de ustedes. Sientan Mis ojos mirándolos con tanto amor como nunca antes hayan visto conscientemente. Sientan sus ojos que miran a los Míos. Sientan Mis ojos mirando hacia el suyo, y no dejen mi mirada. Sientan el gran sentido de sí mismos emerger a través de Mis ojos.
¿Qué más hay ahí, mis amados? Apilados todos los tesoros del mundo en un lugar, y no son iguales al tesoro de Mi mirada sobre ustedes. Yo no les digo que tiren los tesoros del mundo. Les digo que me agreguen a la parte superior de la pila. No es que yo necesito su atención en Mi. No, es que ustedes necesitan su atención en Mi amor. ¿Cómo saben que tienen todo mi amor si no prestan atención? Ustedes lo tienen, todo Mi amor, sólo que no han estado prestando atención. No se han dado cuenta.
No hace falta atreverse a mirarme. No tienen que cubrir sus ojos. Tienes que descubrir-los. Ser humildes no significa que no miren a los ojos. Ser humilde es mirar a los ojos. Ésta es la obediencia de la que se habla. Esta obediencia no es seguir las reglas. Es seguir mi corazón y reconocer que es suyo.
Familiarícense con Mi corazón. Vengan, vean a través de Mis ojos y el reflejo en los su-yos. Muy pronto, no sabrán de quienes son los ojos con los que miran, los suyos o los Míos. Muy pronto, no conocerán la voz que escuchan, si es la suya o la Mía.
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Wendroff Gloria, Godwriter
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