Comprendes que la vida es una corriente. Los días no están separados, realmente. La vida es un río que fluye. Tú flotas en la corriente del río. Te balanceas en la vida. Real y verdaderamente sabes, en el fondo, que todos los días pasan juntos. Sabes que le das nombres a eso que no se puede mantener en un lugar. Repites “Domingo, lunes, martes…” Repites “26, 27, 28 de diciembre…” El mundo y tú hacen identificaciones imaginarias de la corriente de la vida que fluye mientras tú sigues balanceándote.
Nada se queda quieto por ti. Todo lo que hay en el mundo está en movimiento. Y tú te mueves. Haces pasos de baile por aquí y por allí pero, dentro de ti, dentro de tu movimiento de brazos, y dentro de cada cosa animada e inanimada, dentro de cada pelota que rebota y arveja que salta, existe también la quietud. Mientras te mueves a lo largo de la pantalla de la vida, estás simultáneamente en pausa. Definitivamente, no eres sólo el movimiento y la conmoción en la que pareces estar inmerso.
El mundo puede girar. Lo hace. Gira alrededor del sol dorado. Lo que está quieto es el centro de la Tierra. No se mueve. Existe ese lugar crucial que no se mueve, aunque todo alrededor parezca moverse. De acuerdo a Mi definición, ni siquiera un boomerang se mueve. Ni siquiera un yo-yo. Ni siquiera un hombre corriendo.
Este centro dentro de ti es un punto de equilibrio. ¿No es eso lo que hacen los pivotes? Permanecen fuertes y balancean todo lo que se ubique sobre ellos. Este punto de equilibrio dentro de ti del cual Yo hablo no es realmente un punto, por supuesto. Sólo estoy haciendo una comparación con un fulcro, ya que el punto del que hablo no está ubicado en ningún lado. En la Realidad de la que hablo, no hay nada que balancear. Todo es, en cierto modo, una suspensión animada. Pero aún así, todo se mueve. Todo está en movimiento. Todos esos átomos están girando, girando, y aún así, dentro de cada átomo y sobre lo infinitesimal, no hay movimiento alguno.
Puedes pensar que Soy un Creador de enigmas, pero, amado, ¿qué existe que no sea un enigma? ¿Qué existe que sea más que una adivinanza hecha con el ritmo del sonido? Se escucha una explosión y salen de ella destellos que no se mueve en absoluto.
Y así nació la ilusión, y vives en la Tierra con la ilusión hasta que ves a través de todos sus disfraces, hasta que reconoces tu disfraz inclusive, hasta que tú, abandonas la ilusión, digamos. Abandonas la historia maravillosa, una historia maravillosa incluso cuando un poco de su ilusión es aterradora. Por supuesto, en realidad, no abandonas nada. No puedes dejar nada cuando no tienes nada en tus manos. Tu mano está vacía. O podemos decir que tu mano está llena de la Nada que es mucho más importante que la totalidad de Todo lo que el mundo se haya imaginado por consenso. Por supuesto, la Nada es la fuente del Todo, entonces tienes un enigma que no puede ser resuelto en los términos que tú utilizas.
Pero, por supuesto, ¡en realidad no hay ningún enigma! Y aún así la creación se dedica a resolver el enigma. Había una vez un borde de la Tierra del cual te podías caer, y ahora sabes que no hay Tierra de la cual caerse, sin importar su forma. No existen los hechos. Tampoco existe la ficción.
Pero ¡Sí! Existe el amor, y ése es el cemento sobre el cual caminas. Sí, ése es el pegamento del Universo, de la Creación imaginada que sirve como Oda al Amor.