Dios dijo:
Conozco los desengaños que a veces arden en ustedes cuando menos lo esperan. Estos duelen, ya sea que los esperen o no. Pero aún cuando sienten que su corazón se está rompiendo, saben que las penas se esfuman y que la peor de ellas, hablando relativamente, siempre es la más reciente. Aún en ese momento saben que su aparente causa no es del todo mala. Han tenido otras malas o peores y saben que existen muchos en el mundo que les alegraría tener sus penas. Quizá no vale la pena que presten toda su atención a lo que hiere a su corazón y los martiriza.
Sí, es fácil decir que no importa tanto. Es fácil decir que ese dolor que sienten se irá.
Lamento todo dolor que sienten. Lamento que con frecuencia, ese dolor parece provenir de aquellos a quien tanto aman. Lamento que sea una pena para ustedes. Yo no me burlo de ello, amados, y sin embargo debo decirles que ustedes son la causa de su propio sufrimiento.
Se sacudirán esa sensación de martirio? Admitirán que no tienen por qué dejar que los sentimientos dolorosos rueden en su interior? No pueden dejar que los sentimientos dolorosos se vayan ahora? A los sentimientos dolorosos se les llama sentimientos difíciles y son difíciles de acarrear. Yo quisiera que prescindieran de ellos. A menos que la pena sea muy querida para ustedes, déjenla ir. Este ya es un nuevo momento.
Cuando ustedes cargan una maleta y se vuelve demasiado pesada, la bajan. Tratarían a las decepciones de la misma manera?
Cuando ustedes tienen una bolsa llena de basura, la amarran bien y la depositan en un bote o afuera, a un lado de la calle. No pueden hacer lo mismo con su pena? Por favor no conserven penas.
Cuando llueve, ustedes saben que se detendrá. No tienen por qué angustiarse por la lluvia. Ustedes no querían lluvia y sin embargo llovió. Así que ahora séquense. El mojarse no significa el fin del mundo, tampoco sus penas y éstas no son el fin de su felicidad. Volverán a ser felices. Cuando su corazón se rompe, ustedes piensan que la pena es el tema de la vida cuando todo el tiempo lo es la felicidad.
Yo les di una dote de felicidad. Yo no empaqué una bolsa de dolor para ustedes.
Qué tal si esta reciente situación infeliz que les sucedió es en realidad algo bueno? Qué tal si escucharon algo que necesitaban escuchar? Ustedes no querían escucharlo y bien o mal, aún pudo haber sido algo bueno. A lo más, esto los coloca ahora en un lugar de bajada. El dar la vuelta a la esquina no es malo. Un cambio profundo en su percepción puede ser difícil para ustedes y sin embargo puede resultar bueno.
Ustedes se están dando cuenta de la entereza con la cual están hechos. Están hechos de materia más fuerte de lo que ustedes creían. Su columna vertebral se ha enderezado. Cuando dejen ir su sensación de tristeza, sabrán que han escalado una montaña. Ustedes se encontraban en el valle; ahora pueden escalar otra montaña y elevarse hasta un pico más alto desde donde pueden ver más lejos y con mayor claridad.
Ustedes están bien en verdad. Claro que a ustedes les importan mucho sus sentimientos, pero el grado en que permitan que sus sentimientos sean importantes puede no ser necesario. El retener sentimientos que los dañen a ustedes o a otros ciertamente no es lo que ustedes quieren.
En la vida con frecuencia, lo que hay que hacer es sólo encoger los hombros y continuar caminando.