Heavenletters™ No 2044: PARA QUE LAS ESTRELLAS PUEDAN ILUMINAR

PARA QUE LAS ESTRELLAS PUEDAN ILUMINAR – JUNIO 10 de 2006
Heavenletters™ No 2044: Acercando la Tierra más al Cielo

Traducción: Alma Delia Partida C. – parcer [at] prodigy [dot] net [dot] mx
Edición: Anita Manasse - estrellam [at] sion [dot] com

El CIELO se encuentra aquí para alcanzar a cada alma para volver a despertar.
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra creencia en nosotros mismos *
* Nuestra consciencia de nuestra valía compartida con Dios*
* Paz en la Tierra*
* Dios siempre nos está acercando a Él.

DIOS DIJO:
El apego es una gran espanto para ti. Tienes tu pie atrapado en una trampa para osos, una y otra vez, y tú eres quien coloca esa trampa. El apego proviene de la idea de que debes poseer. La idea de que tú debes poseer proviene de la idea de que puedes carecer. Ustedes no pueden carecer de Mi, amados.
La más grande trampa del apego que te pones es con la gente que te encariñas. Comienzas pensando que están en deuda contigo y así la trampa está puesta, y tu pie es atrapado. Comienza desde la premisa de que nadie te debe nada, ciertamente no es amor y no es evidencia de amor. Lo opuesto al apego y lo cual debes dar es libertad. Permite a todos la libertad de ir y venir a tu vida como a ellos les plazca.
No eres un carcelero de una prisión, donde la gente tiene que cumplir una sentencia. Nadie está obligado a ti. Así que abre tu corazón a todos y permíteles llegar y permíteles irse. No hay nada ni nadie que necesites para agarrarte.
Observa cuan libre es mi control. Yo amo a todos. Yo sostengo todo en la palma de mi mano y permito a todos correr alrededor y jugar como ellos elijan. Nadie tiene que pagar un homenaje para Mí, amados y nadie tiene que pagar homenaje para ustedes.
Si alguien te envía flores cada día durante un año, no tiene que enviarte flores hoy. Ellos son libres. Las flores han sido hermosas, bien enviadas y bien recibidas y has disfrutado de ellas. No te gustaría recibir flores artificiales. Las flores que se te enviaron fueron frescas tanto como pudieron ser frescas. Permite a tu corazón sentir la gratitud por un año de flores. El gozo que recibiste ahora es recibido por otro. ¿Puedes permitir que tu gozo se esparza y vaya a otro, incluso cuando baje a una calle diferente?
¿Qué es lo que le duele exactamente a tu corazón? ¿El pasado, amados? Deja que el pasado se vaya y que el nuevo presente entre. La vida no puede congelarse en espacio y tiempo. Alégrate por la libertad que das y por la libertad que ahora recibes.
Nadie está obligado a ti, y tú no estas obligado a nadie. La marea de eventos es la marea de eventos. La vida no es una lista que haces. Puedes dar una fiesta, pero no depende de ti decidir cuanto tiempo estarán los invitados. Conserva una política de puertas abiertas con tu corazón. Tu corazón es para que siempre esté abierto, y todos vayan y vengan como les plazca. Amados hijos e hijas, su corazón es para estar abierto todas las horas. ¿Está eso claro?
Esto es para tu propia felicidad. Esto no es porque tu debas algo excepto a ti mismo. Cuando cierras tu corazón estas expresando que te duele abrirlo. No tengas pena de abrirlo. Tu corazón fue un regalo y así debe ser. El amor de tu corazón no depende de si alguien está o se va. Tu corazón no es un tocadiscos que tiene que llenarse con monedas para que pueda tocar.
En lugar de lamentarse del curso de los eventos y las circunstancias que tú llamas pérdida de un amor, reconoce el amor en tu corazón. Envía bendiciones. Esparce confeti hecho de pequeños corazones en honor de un amor que se ha ido. Envía globos hacia el cielo. “Adios amado. Se libre. Te doy una hermosa despedida. Bendiciones para ti.”
Mantén tu corazón abierto. Incluso si nadie entra por un tiempo, mantén tu corazón abierto. Ahora es el tiempo de abrir tu corazón incluso más. Todo lo que necesita ser sanado es tu corazón cerrado, y para sanar eso, simplemente ábrelo y mantenlo abierto para que las estrellas puedan bajar al centro de tu corazón y lo aclaren.

Heavenletters™ No 2044: PARA QUE LAS ESTRELLAS PUEDAN ILUMINAR – JUNIO 10 de 2006