Heavenletter #5973 Published on: April 2, 2017
Dios dijo:
Cuando la Vida no tenga sentido para ti, respira. Cuando la Vida sea demasiado para ti, respira. Cuando no sabes a dónde dirigirte, respira. Inhala, y exhala.
Sí, recuerda respirar profundamante, y recuérdame a Mi con todo tú corazón. Yo estoy aquí. Tú no estás abandonado. Es imposible para ti estar abandonado. Bueno, seguro, puedes hacerte de la idea de abandono.
Mis Amados, si hay alguien que abandona, eres tú. No cometas la tontería de olvidar tu lugar en el orden de las cosas. Estás aquí por una razón. No importa que tan vacía te parezca la Vida en la Tierra en algún momento dado, no estás aquí en la Tierra para la desesperanza.
Un sentido de desesperación, sin importar que tan fuerte puedas sentirlo, no es Verdad. Eso no quiere decir que la Vida en tu cancha sea fácil. Yo entiendo que te puedas sentir desesperado si estás al borde de un inmenso peligro. Sientes que estás fallando o que vas a fallar en algo, y que te enfrentas a dificultades insuperables. Podrías caerte de un acantilado. Temes que se geste un desastre. Estás consumido por el concepto del desastre.
Por supuesto, estás consciente de diferentes escalas de desastre. Un desastre puede estar tan cercano como quemar un trozo de carne en el horno para una cena especial en tu casa esta noche ó tan lejos como la muerte de tu desdichado cuerpo en algún momento u otro. Por supuesto, la muerte no es un desastre. Tú no te mueres. Tus seres queridos no mueren. Yacen los cuerpos. Tu Alma despega!
El corazón de ti, el Alma de ti, habitó un cuerpo por un tiempo. Tu cuerpo sostuvo la Vida sólo mientras tu Alma lo habitaba. Tú eres Alma, y tu Gran Alma continúa. Todas las Almas se encuentran donde el desastre no es ni siquiera un pensamiento. Las Almas son benditas, y un día tú también serás bendecido con la misma libertad. Alma es lo que eres. Dentro de ti el miedo podría posarse, el miedo a la pérdida, el miedo al dolor, el miedo de sufrir, el miedo al miedo. El cuerpo reacciona. Tu pequeño yo reacciona. Le temes a la Vida y le temes a la muerte. No sorprende que estés tenso.
Estarías contento sintiéndote lleno de paz si tan sólo supieras cómo. Queridos, familiaricen con la Paz. Empieza por elegirla. Luego respira. Inhala profundamente. Deja que tu cuerpo tenso inhale aire, y luego suéltalo. Suelta esta tensión que llevas. No te beneficia a ti ni a nadie.
Te sientes tenso porque has restringido tu respiración, y has restringido tu corazón. Tú eres el culpable, amado. Ahora, te elevas por encima de ello. Yo te ayudaré.
Aquí está el detalle: Nada es el fin del mundo. Nada es el final de ti. Eres un visitante a este mundo imaginado. Tú eres Espíritu. Tú eres hilo de seda. Lo mundano es mundano. Tú no eres mundano. Tú eres Alma. Alma eres tú. Un Ser bendito eres tú. ¿A quien pertenece tu Ser de cualquier forma? Tú eres mi Existencia. Sé un un arroyo claro de la montaña y sé cómo agua que fluye.
Tú no eres piedra. Tú no eres una gran roca. Tú no eres apático. Tú no eres quebrantable. El Alma de ti es Eterna. Tú no eres un extraño a tu Alma, a la esencia de ti, ni tampoco un extraño para Mí. Nos hemos conocido el uno al otro desde siempre. Cuando digo desde siempre, quiero decir desde siempre. Nunca hubo un tiempo en el cual Nosotros no éramos como Uno. Cualquier otra cosa es tu imaginación. Muévete más haya de la separación. La separación es una causa perdida. Pásala por alto.
Mientras sigas en un cuerpo, inhala y exhala, y así tu corazón se elevará alto.
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