DIOS DIJO:
Descansen un instante. Liberen su corazón. Todo está funcionando bien. Lo que sea que ustedes piensen sobre ello, todo está de acuerdo a lo establecido. Todos han tomado sus lugares en la orquesta, y cuando el maestro levante su batuta, los músicos tocarán y la música comienza.
Como un músico en la vida, ustedes son parte de este concierto. Ensayado o no, hay un concierto. Las flautas vienen a derretir su corazón. Los violines vibran. Una diva canta. El pianista se inclina hacia adelante. Ustedes entran en fila. Incluso si ustedes están un cuarto de hora adelantados o atrasados, ustedes están en la fila. No es tarde ni temprano.
La canción que es tocada es la canción que es tocada. ¿Quién dice que debería haber habido otra canción, o que debería haber sido tocada a una hora diferente?
Alguien está escuchando la música, y su corazón está emocionado.
Los tambores redoblan. Entre los toques del tambor también se escucha un gran estruendo.
Se levanta la batuta del conductor. Queda suspendida allí. Su corazón está expectante del gran momento. El gran momento llega. Ustedes son parte de él, pero aún no pueden hacer que el reloj suene.
La lluvia cae cuando cae. Puede venir a su voluntad, o venía quizá de todos modos, o espera hasta el otro día.
Ustedes dirigen su coche hacia un destino, pero ¿quién puede decir cuándo van ustedes a alcanzar su destino? Podría haber un embotellamiento o un desvío, o ustedes tienen que parar a cargar nafta y esperar en la cola. Ustedes llegan cuando ustedes llegan, y ése es el momento de su llegada.
Su vida es un equilibrio entre la paciencia y la impaciencia, aunque ni una ni otra es necesaria. Ustedes han hecho un itinerario, y cuando ustedes están atrasados o adelantados en el tiempo, ustedes dotan al momento con paciencia o impaciencia. No se pueden apurar las mareas, amados. La vida siempre está a tiempo.
Un niño joven desea crecer rápidamente, pero él crece como él crece. Y cuando ha vivido muchos años, tampoco puede prevenir las mareas. Hasta lo imperfecto tiene su perfección. La leche derramada es también una ocasión. ¿Quién dijo que la leche no debía derramarse? ¿Quién puede decir que era imperativo que no se derramara? ¿Quién es él que puede decir que este momento del no tiempo no sea perfecto como es, con leche derramada o no?
Ustedes tienen prisa. La vida hecha por el hombre tiene plazos, y ustedes dicen que es un detrimento para ustedes cuando estos no se alcanzan. Ustedes desean tomar al tiempo por los hombros y sacudirlo, pero ustedes no pueden colocar sus manos alrededor del tiempo. Cualquier cosa que ustedes pudiesen desear, las arenas del tiempo seguirán su curso. No son caballos que ustedes pueden azotar para ir más rápido. Si el ritmo de la vida no cambia según su deseo, quizás ustedes tengan que cambiar su paso.
Debido a lo arbitrario del tiempo, los asuntos son considerados urgentes. Urgente es una denominación arbitraria que ustedes han diseñado, cortado, y pegado. "Urgente" dice su etiqueta.
“Tarde" dice su etiqueta, o “temprano” dice su etiqueta. Hagan una nueva etiqueta que diga "a tiempo."
Amados, ¿que deben hacer cuando el tren está atrasado? ¿Caminar hacia adelante y hacia atrás? ¿O ir a caminar al parque mientras están esperando? No tiene sentido dejar que la urgencia arruine el paseo en tren. La urgencia ha estropeado muchos paseos en tren.
No hay espera, amados. Sólo hay encuentro. Encuentren lo que llega cuando llega, y denle la bienvenida. No digan, "usted está atrasado." Digan:"Bienvenido, está a tiempo. Usted ha llegado en el mejor momento posible, y yo acabo llegar."