Amado, Amado Tú, Hijo de la Tierra, eres una verdadera sinfonía de belleza tal y como te hice. Ahora te tocas a ti mismo en las teclas de un piano de cola bellamente pulido. Es posible que tiendas a jugar con urgencia, como si la vida misma estuviera en peligro. Esta es más de una forma de ver la vida. Hay muchas maneras de ver la vida, pero no todas te hacen mucho bien.
Puede que veas la vida como si vivieras en una jungla en la oscuridad rodeado de animales salvajes que esperan poder atraparte. Sabes lo que es el miedo. Estás bien versado en el miedo – experto, de hecho. Puede ser tu propio rugido que oyes por todo lo que sabes. Date un descanso del miedo. Todo está bien, excepto por el miedo al que te aferras fuertemente a ti y que repites una y otra vez.
También hay aguas frías en las cuales puedes nadar. Hay muchos arroyos y lagos en los que puedes relajarte.
También existo, Yo, Dios, cerca de la orilla. La vida se compone de muchas cosas. La vida es más vasta de lo que dejas entrever. La vida es de hecho algo muy esplendoroso. Mira la vida de esta manera.
¿Qué pasa si la vida está realmente en calma incluso a pesar de todos tus miedos? Tal vez creas peligros ante ti. Esto podría suceder, ¿no es así? Hay muchos peligros posibles que podrían ocurrir en medio de un bosque. ¿Por qué seguir pensando en ellos? Mejor ralentizar el latido de tu corazón. Hazte amigo de la vida.
¿Y si los peligros son como una baraja de cartas apiladas, y cada una de ellas se desliza una tras otra en perfecta sincronicidad y, sin embargo, su sensación de tensión sigue creciendo? La tensión se enrolla y se rebobina. Has sido hábil en la tensión y falto de práctica en la facilidad.
Deja que el viento salga de tus velas. Recuéstate. Deja que la tensión se suelte. "Descansen" es una palabra que se suele decir a los soldados. No te veas como un soldado cargado en un campo de batalla. Mírate a ti mismo como alguien que disfruta de la vida.
"¡De nuevo en casa, de nuevo en casa, yupi!"
No eres un globo para estallar. Sé intenso en la alegría y nada menos. Todos a bordo de la alegría. La vida no está destinada a ser una vida de inquietud, ni la vida es una indulgencia. Encuentra una manera de liberar tensión de antemano. Haz tu vida simple. Silba mientras trabajas.
Comienza a hacer volteretas. La vida no está obligada a ser una crisis.
Ríete. No golpees el pavimento. Sé tan ligero como el aire.
Está en la vida como una novia con un vestido blanco brillante, caminando por una escalera circular serenamente del brazo de su nuevo esposo a un aplauso de sus seres queridos. Apláudete a ti mismo Pasa de lo tenso a lo elegante - ¿por qué no?
Ejercítate en el gimnasio y sácate la impía tensión, o comienza a cantar por todo lo que vales. Descansa en Mí. Haz todo por Mí. Haz bailes de salón incluso en tu imaginación.
Sacude una pierna. Ya no acumules tensión. Ya no discutas contigo mismo sobre lo que podría pasar.
Libera la tensión en servicio a Mí. Deja ya los nervios de punta. ¿Para qué quieres mantener el nerviosismo? Trae paz y ya no más consternación.
La crisis no ha de ser tu fuerte en la vida. Comiemza de nuevo. Pon tu brújula en una nueva dirección. El propósito de la vida no es hacerte enojar. ¿De dónde sacaste esa idea?
Sé libre de esfuerzo. Sé joven otra vez. Ya sabes lo suficiente. Vive la vida. No vivas la vida con especulación. Diviértete en la vida como una cabra juguetona.
¡Mira, escucha! Amado, plenamente, colúmpiate en una estrella.
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