Dios dijo:
No digo: "Ay de ti". Yo no.
Yo digo: "Paz para ti". Voy tan lejos como para decir: "Bendiciones para ti. Alegría para ti. Sé ligero de corazón".
La alegría existe, y existe dentro de ti. Tú ya la tienes. Es tuya. Te pertenece. Ustedes, queridos, sin embargo, establecen estándares de alegría. Esto es equivalente a establecer restricciones en su alegría. Cuando establecen restricciones, bloquean la alegría como si estubiera prohibida.
La alegría es tu naturaleza. La solemnidad no es tu naturaleza. La solemnidad es algo que te impones a ti mismo. Tú y el mundo se aislaron. En algún momento te has convencido de que la alegría debe ser anulada.
La muerte de un ser querido, desde tu punto de vista, como si hubiera una ley en contra de ello, descarta la alegría. Obtener una calificación baja en una prueba en la escuela te quita la alegría. Perder tu trabajo, la identidad que viste en él, el cheque de pago y la seguridad que parecía ofrecer, puede ser que hayas aceptado como factores excluyentes de la alegría. Aún así, comienzas a darte cuenta de que la alegría es tu derecho de nacimiento.
No tienes que ser feliz por esto o aquello. Sólo se feliz. Absorbe la felicidad independientemente de lo que esté pasando. No he establecido una regla según la cual sólo bajo ciertas circunstancias puedes permitirte la felicidad, y bajo otras circunstancias debes negarte a ti mismo.
Es muy posible que te hayan enseñado y hayas aprendido bien que, bajo ciertas circunstancias, es desconsiderado e incluso vergonzoso que seas feliz. Es posible que se haya demostrado que, en determinadas circunstancias, se suponía que debías apagar el Sol. Es decir, se esperaba que sufrieras y, además, que eras noble por sufrir, que sería inconcebible que no sufrieras. ¿Qué tipo de persona serías, bajo ciertas condiciones, para levantar la cabeza?
Erróneamente, ha sido arraigado en ti que el sufrimiento vale su peso en oro. ¿Es esto una falacia o qué?
Por supuesto, tu ser querido ha regresado infaliblemente a Mí en lo que se llama Cielo. Por supuesto, tu ser querido ha vuelto a la alegría plena, y el mundo te deja llorar admirablemente con todo tu corazón.
Te consume la agonía del corazón. Al mismo tiempo, no estás en tu Verdad. El luto no es tu Verdad. No importa cómo duela tu corazón, la aflicción no es tu Verdad. Puedes tener más fe en el duelo que en la Verdad.
Amados, un corazón apesadumbrado no es un corazón mejor que un corazón alegre.
To mourn long is not better than to mourn short. You have picked up the idea that to mourn short is callous.
Afligirse por mucho tiempo no es mejor que afligirse brevemente. Has hecho tuya la idea de que afligirse por corto tiempo es insensible.
Dices que es sincero afligirse. Yo digo que afligirse se opone a tu Verdadera Naturaleza. Yo digo que el Sol Naciente es Verdadero. El canto de los pájaros es Verdadero. Ocultar la alegría no es Verdadero.
Puedes decir con toda fe que no puedes soportar que tu Amado se haya alejado y te haya dejado. El hecho es que lo has soportado y, probablemente, lo soportarás nuevamente. Lo insoportable es soportado una y otra vez.
¿Es honorable estar en un estado infeliz? ¿Es honorable negar a tu Verdadero Yo? ¿No puede la alegría ser honorable? ¿Por qué la muerte del cuerpo tampoco puede ser honorable? ¿Qué es lo que realmente importa?
Estás aquí en la Tierra para subir una escalera. No hay peldaños que no puedas alcanzar.
Dime que entiendes un poco de lo que digo. ¿Puedes honestamente escucharme sugerirte que estés triste? Sugeriría que dejes que la tristeza continúe sin ti.
Escúchame decir:
"¡Alegría para el Mundo! El Rey ha venido".
¡Soy el Rey! Juntos estamos siempre. Nadie está exiliado del Cielo. Desecha tus capas de agobio. ¡Tomémonos de la mano ahora y prepárate para bailar!
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