Dios dijo:
Hay alguna verdad en todo. En cada acusación. En cada bendición. Sin embargo, la verdad parcial no es Toda la Verdad. La Verdad es invencible. Es la Verdad. Una parte de la verdad no es la Verdad. ¿Dejarías, de una vez por todas, de infligirte dolor.
Todo en el mundo es una ilusión de todos modos. La mayoría de las formas de pensar son aleatorias.
En todas las cosas, hay una bendición, si tan sólo pudieras verla. La escuela de los fuertes golpes contiene sus bendiciones ya sea que las percibas o no. Todo. Hay algo bueno en todo. Hay algo bueno en todo el mundo. Hay un propósito en todo. Hay un propósito en cada uno. Todo esto puede ser muy difícil de ver, especialmente cuando tienes tu mente puesta en haber sido tratado injustamente.
La reconciliación, si eres Fiel a ella, constituye un gran paso adelante a tu crédito y a tu honor y al respeto que Me otorgas.
En última instancia, tú eres el autor de todo lo que conoces o enfrentas. Si hay una roca en tu camino, tienes algo que ver con que la roca esté allí como un peñasco delante de ti. Por supuesto, no elegirías el peñasco. Nadie lo elegiría, pero lo hiciste, de alguna manera lo hiciste. Eres tu propio culpable. Eres el perpetrador. Esto es así con todo.
Cuando eres todo lo que quieres ser, de alguna manera lo hiciste. Cuando no eres todo lo que quieres ser, lo ocasionaste también. No hay escapatoria para ti. Enfréntalo. Has sido a la vez el héroe y el agitador. No intencionalmente, por supuesto, pero igualmente también eres el villano. No un tipo malo, pero tal vez, aunque inocentemente, el villano de turno.
Si eres de corazón insensible, tú enterraste bien lejos tu corazón. Lo hiciste. Nadie más lo hizo. Eres consciente de que eres terco. Eres fuerte en tu propia Voluntad. Con razón o sin ella, eres fuerte. No siempre tienes razón.
La Verdad vale la pena. Las acusaciones no. Si mantienes la negatividad en ti, eres el que elige. ¿Qué tipo de reembolso recibes? Sólo más negatividad.
Empieza a ver desde una nueva perspectiva. La dureza no es más que una pérdida de tiempo. Es un desperdicio de Vida.
La Vida es un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué importa todo esto que te importa tanto en un momento dado? A largo plazo, ni una pizca. Te aferras a tu imaginación. Te aferras a la mentira. Te engañas a ti mismo y engañas a los demás también.
Borra el dolor. Ciertamente, no lo entregues como si esto te hiciera un ciudadano honrado. Si no puedes dejar ir, eres bueno en aferrarte a lo que realmente no existe excepto en tu mente. No seas orgulloso. Ciertamente, la animosidad no es noble. No tienes que jactarte de ello, para entonces fingirte enfermo.
Ciertamente, te convences a ti mismo de tu virtud. Aferrarse a ser más santo que el prójimo no es virtuoso. No asedies a ninguno de Mis Hijos.
Sé un buen soldado. No seas un guerrero. En el Nombre del Amor, deja ir cualquier vestigio de animosidad. Entra en razón.
No pienses ni por un momento que echo afuera a nadie. Veo más allá de las vallas que pones. Derriba todo tu alambre de púas para que puedas ver de una nueva manera hoy. ¿Qué tal ahora?
Todas las barreras que has construido no sirven para nada. No están haciendo nada bueno. Son apegos que no ofrecen ningún mérito a ti o a cualquier otra persona. Termina con eso. No tomemos la Vida con rencores. Deja ir, deja ir, deja ir. Deja ir la ilusión que te disuade de la Verdad de la Unicidad.
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