Dios dijo:
Lo que ves es lo que obtienes. Tú ya sabes esto. Mira la belleza en el mundo, y tu mundo es bello. Mira los problemas, y ves y tienes problemas.
Tal como es, en el mundo, puedes decir que nadie es excluido de los problemas. ¿Quién puede discutir esto? Sin embargo, alguien en una situación peor que la tuya puede ser más feliz que tú. Lo que ves es lo que tienes.
Tu felicidad en la vida viene dada por más que tu situación y las condiciones en las que vives. Parecería que tu felicidad viene dada por algo así como tu acondicionamiento y ciertos hábitos en los que has caído. ¿Qué buscas? ¿Está buscando que el pasado se repita, o estás esperando algo más, tal vez incluso completamente nuevo? Llama a la puerta ante ti que dice Felicidad.
La felicidad viene de más allá de los acontecimientos en tu vida. Como en la música, hay muchos tonos que se reproducen en la vida. Ahora la pregunta es: ¿En qué te especializas? ¿Dónde vas a gastar tu tiempo y pensamiento? ¿En las notas altas o las notas bajas? En la batería o en el sonido metálico o en las oberturas y crescendos? Tienes una opción sobre qué música tocas y tus énfasis en la vida que vives.
Tú puedes ir a la ópera o a un club de jazz. Puedes elegir dónde pones tus pensamientos, y tus pensamientos le suman a tu vida. La calidad de tu vida es equivalente a tus pensamientos. Tu vida es trágica cuando dices que lo es. Tu vida es bella cuando dices que lo es. Ciertamente, la vida puede darte alegrías. Reclama felicidad más de lo que reclamas angustia.
Puedes enfocarte en los mosquitos y jejenes y moscas que te molestan. Puedes enfocarte en una salida del sol, el azul del cielo, y la vida que se desarrolla. Es tu decisión. Puedes contar tus bendiciones, o descartarlas y, por lo tanto, descartar tu vida. Como te sientas personalmente acerca de su vida es la suma total de tu vida. Ahí está. Ya lo he dicho. Lo que piensas de tu vida es lo que es.
Puedes ser pobre y tener una vida feliz. Puedes ser un hombre rico y sufrir en extremo. Puedes ser saludable e infeliz. Puedes estar enfermo y aun así tener la felicidad. Esto es lo que significa el libre albedrío, que tienes opciones. Quieras o no, tú haces tus elecciones. Puedes endilgar la responsabilidad de tus opciones en el pasado y en otras personas, pero en última instancia todas las decisiones que tomas son tuyas. Tómalas.
Tú eres el perito de tu vida. Puedes elevar la vida o puedes hablar mal de ella.
Gran parte del tiempo no estás realmente pensando en las decisiones que tomas. Tú las tomas habitualmente, incluso de forma automática.
Se ha dicho antes. Puedes enfocarte en las malas hierbas, o puedes enfocarte en las margaritas. Puedes amar a los dientes de león incluso en tu patio delantero. Puedes amar el lodo. Cuando eras un niño, amabas pisar fuerte en el lodo.
Cuando parece que algo en tu vida te ha sido arrebatado, bien podrías empezar entonces a valorarlo más que lo que tu hábito lo permitía. Puede ser seguro decir que es una buena idea apreciarlo ahora, mientras tienes lo que tienes. Esto es contar tus bendiciones. Tal vez has estado contando defectos. Es tan fácil señalar los defectos. Haz que sea fácil señalar bendiciones. Señálatelas a ti mismo. Cuenta tus bendiciones con los dedos de las manos y los dedos de los pies y hazlo de nuevo. Hazte de la vista gorda con los defectos. Reconoce una larga línea de tus bendiciones y di: "Gracias, Dios."