Dios dijo:
Tú eres como un arquetipo con muchas facetas. La mayoría de la gente diría que eres una buena persona. Alguien te podría llamar mala persona. Alguien podría llamarte persona simple o persona compleja, valiente, miedosa; segura, persona insegura, amorosa, sin corazón y así sucesivamente. Alguien podría llamarte solo chico. La manera en que eres percibido depende de la experiencia del otro, o, más bien, de su percepción de las experiencias que guarda del pasado.
Muchos de mis hijos están basados en prejuicios hacia sus experiencias anteriores con otros, y su inclinación o resistencia hacia ti realmente nada tiene que ver contigo. Tú, también, haces lo mismo. La manera en que ves a los demás es prácticamente la forma en que ves un aspecto de ti mismo. Puede que veas lo que siempre ves. Ves lo que piensas que ves. Ves lo que viste una vez, y lo que has visto una vez hizo una impresión indeleble en ti.
Puede que desees mal a alguien debido a su falta de percepción. La falta de percepción aún no es un delito.Todavía no es un delito federal cuando alguien te ve erróneamente, pero parecería que con frecuencia cargas con la idea de que un error es nada menos que criminal. Un error, si. Un crimen, no. Y a veces otro puede percibirte como correcto y tú no quieres reconocer la posibilidad de que ciertamente actuaste de manera que no te presenta en la mejor luz. Esto es difícil de lidiar para ti, aún así, en ocasiones, tú has tenido un resbalón. Puedes muy bien ser una buena persona que se ha resbalado. Acaso en ocasiones no te has resbalado?
¿No es todo una tontería cuando te recuerdas a ti mismo que todo lo de aquí en la Tierra está sólo por un corto tiempo?
Será un gran paso adelante cuando puedas llegar a un punto en donde ya no tomes tantas cosas como una ofensa. No tomar tanto como una ofensa también significa que no verás la necesidad de estar a la defensiva.
Tú estás a la defensiva cuando piensas que debes explicarte o justificarte a ti mismo. Tú das toda clase de razones del porque dijiste lo que dijiste o hiciste lo que hiciste. Tal vez un empleador te pide que hagas algo de cierta manera. El empleador no trata de ofenderte. El empleador tiene una preferencia. Existe una tendencia en ti que hace que continúes pensando en las razones por las cuales actuaste de la manera en que lo hiciste! El empleador, o profesor o tu madre o quienquiera que sea no te estaba atacando. Tú supusiste que fuiste atacado y te pusiste a la defensiva o hasta ofensivo, debido a tus supuestos. Ellos estaban expresando una preferencia. Nunca quisieron implicar que eras inútil o que estabas equivocado al hacer lo que haces sin importar la manera que habías elegido. Ellos no estaban señalando los errores que habías hecho. Simplemente te estaban pidiendo que hicieras las cosas de una manera diferente.
Cuando estás a la defensiva, tiendes a dar razones en tu defensa. Cuando no estás a la defensiva, entonces simplemente respondes, "Si, lo voy a hacer de esta manera." Si mantienes tu equilibrio incluso podrías añadiinclusor: "Con gusto."
Yo desearía que las dos palabras, ofensiva y defensiva, sean removidas de la faz de la Tierra. El concepto de los opuestos tiende una trampa. Donde no se percibe ningún delito, no habrá defensa.
Hay otras cosas en las que gastar tu energía.
No importa lo molesta que una persona puede parecerte, es a ti mismo al que reaccionas. Lo que sea que alguien puede parecer, el duelo es contigo mismo.
No tienes nada que demostrar. Se imparcial.
Nadie tiene que ser de la manera en que tú prefieres que sea.
¿En que vas a gastar tu tiempo? Básicamente, en la actualidad, gastas tu tiempo y emoción en quejarte. Sin duda, hay algo más en lo que podrías emplear tu tiempo, por ejemplo, la paz o un día soleado, o un acto de bondad, o un tiempo libre de reproches.