Dios dijo:
Echemos un vistazo a todo de una manera nueva. ¿Por qué en la Tierra miramos todo de la misma vieja manera? ¿Por qué estar atado con límites?
La vida puede ser comparada con una escalera mecánica que sigue subiendo. Si tú has estado bajándote en el segundo piso todo el tiempo, ten en cuenta que hay otros pisos arriba, y cada piso contiene algo que el de abajo no tenía. Por supuesto, en una tienda por departamentos, el 5to piso puede que no sea tan maravilloso como el cuarto piso. Cuando se trata de la conciencia, cada piso tiene diferentes ofertas, y cada piso se fortalece del anterior. Cada piso es oro en el sentido de que éste es el piso en el que te encuentras y al que perteneces hasta dar el salto a lo que Llamamos un piso más alto.
Es cada piso más fácil de asimilar? Sí y no, sin embargo no hay nada qué cuestionar. No quieres volver a un piso más bajo, y entonces te elevas más alto, estés listo o no. Cuando te elevas, estás listo, no importa cuán extendido te puedas sentir. Después de todo, avanzaste a un nuevo piso.
Por supuesto, en la vida los distintos pisos no pueden ser identificados tan fácilmente. Es posible que hayas llegado al séptimo piso sin darte cuenta. O, consideremos, que siempre has estado en un piso magnífico. Esto está más cercano a la Verdad. Hay algo maravilloso sobre descubrir en cuál piso te encuentras, y casi no puedes creer que has estado en un piso superior todo este tiempo. Simplemente no eras capaz de leer las señales hasta que, gradual o abruptamente, viste el número del piso en el que te encuentras y estás asombrado.
Toda la vida es increíble. El piso en el cual terminas (como si existiera un final) de hecho puede ser el piso en el que estabas siempre, aunque no podías asimilar esta idea. Ahora, lo quieras o no, ¡lo asimilas! Tal vez pensabas que vivías en una choza, y ahora ves que todo el tiempo, sin tu conocimiento, has estado viviendo en un castillo. Tenías sirvientes y ángeles listos para llevar a cabo tu voluntad todo este tiempo, y sin embargo no veías lo que tenías a tu disposición. En cierto modo, es como si hubieras estado mudo en algún lugar del tiempo pasado, y ahora el hechizo ha terminado. ¡Puedes ver! ¡Puedes oír! ¡Puedes hablar! Y tu corazón da un salto. Empiezas a ver que estás donde siempre deseaste estar, sólo que tu conciencia estaba rezagada. Donde quiera que estés, ¿puede La Verdad estar lejos? Amados, la Verdad ha estado a sus pies todo este tiempo.
Qué ha cambiado? Ha cambiado tu conciencia. Una vez estuviste dormido, y ahora estás despierto. Estás deslumbrado y te pellizcas. Sí, estás despierto.
Todos los otros pisos eran imaginarios. Los alineaste lógicamente. Por increíble que sea, incluso en el último piso, puedes darte algunos golpes. Tienes que aclimatarte.
Y de esto se trata la vida en la Tierra, aclimatarse a la idea de que ya te has elevado. En la Tierra, hay más de una cosa a la cual hay que aclimatarse, y la gloria es una de ellas. Llegaste a la Tierra sin un mapa en la mano. Llegaste no iniciado a la Realidad de la Vida en la Tierra, no a la supuesta realidad sino la Verdadera.
Hablo de traer el Cielo a la Tierra. Aun así, el Cielo y la Tierra han sido siempre Uno, así como tú has sido Uno Conmigo, independientemente de cómo lo veas.
Amados, si ustedes están siempre Conmigo, ¿dónde más pueden estar sino en el Cielo? No hay ningún otro lugar en donde cualquiera pueda estar. Estás Conmigo independientemente de lo que puedas pensar. Donde Yo estoy, tú estás, y esta es la Verdad de la historia que cuentas. ¿Perdido en la Tierra? Imposible. Eso sólo puede ser una teoría que te creíste. Y ahora existe la Verdad para saber y la Verdad para contar.
Bienvenidos, señoras y señores, Estamos en el Cielo, donde existe un solo nivel, y éste no tiene techo.