Amado, oí que Me decías:
"Dios, cuando miro hacia atrás en mi vida, es, tal cual Tú dices, como algo que leí o inventé. El lugar en que nací y los lugares a los que he viajado y hasta el lugar en el que me encuentro ahora parecen imaginados y muy lejanos en el tiempo y en el espacio, como si no fueran más que pensamientos. Tengo la sensación de no haber ido a ninguna parte, o de no saber dónde estoy ahora incluso mientras estoy sentado en mi silla. Es como si no hubiese lugar donde existir. En cierto sentido, este sentimiento de lejanía parece ser una evolución mientras, al mismo tiempo, me siento perdido en el mar. ¿Acaso lloro por límites"?
Amado, con toda seguridad extrañas la comodidad de los límites. Tú estás, en cierto sentido, dislocado. Es como si los recuerdos estuvieran tan lejos en la distancia que ya no te sientes apegado a ellos. Es como si los recuerdos fueran pensamientos que recoges de la nada y no tienen nada que ver con el llamado Tú del presente día.
Crees que esto significa que no estás apegado, sin embargo al parecer tú estás apegado al apego. Es como si tus recuerdos no estuvieran realmente conectados a ti, y sin embargo, son los recuerdos que tienes, y cuando piensas en tu madre y padre y hermanos y hermanas que ya han partido, te sientes tan triste. Sabes que lo que quieres es imposible en este nivel, y aun así deseas poder tener nuevamente todo en la Tierra como solía ser aunque sea tan sólo por unos pocos minutos.
Amado, tu familia nunca ha sido real. La vida siempre fue algo imaginado. Estabas leyendo un libro de imágenes, y pensaste que tú mismo estabas en el libro también y que el libro de imágenes era la vida real en la Tierra. Sí, pensaste que estabas en algún lugar y que existían lugares como Hollywood y campos de maíz cuando no existe ningún lugar en absoluto.
Sientes que debes ser feliz ahora, pero la sensación de sentirte desconectado no te proporciona felicidad. Ahora comienzas a pensar que toda la vida te has sentido desconectado de todos y de todo sin importar cuánto la gente y los eventos significan para ti. Tal vez siempre hayas sido un extraño vagando por un lugar salvaje aun cuando ese lugar represente tu idea de la soledad
Y ahora te dices que estás atravesando un momento difícil. Atraviesa esto que llamas momento difícil, y entonces camina sobre el aire y ven a Mí, incluso cuando no existe el aquí ni el allá. Ponte de pie Conmigo. Alinéate Conmigo. Elévate a tu estado natural que es la Unidad hasta que no haya un Yo, no haya Dios allá afuera en absoluto y tampoco tú, simplemente Unidad, simplemente Luz, simplemente Todo lo Que Existe y Nada en Absoluto lo que terminaste siendo.
Tienes una mezcla de deseo y miedo. Realmente quieres perderte, pero al mismo tiempo temes perderte. Te preguntas cómo puedes encontrarte de nuevo, porque ahora te encuentras tan lejos de ti mismo tal como te habías conocido ser.
Ahora voy a contar las narices de todos los presentes aquí Conmigo. Cuento Uno.
¿Recuerdas cuándo eras muy joven y cómo tu padre te quitaba la nariz y te la mostraba como la punta de su dedo pulgar entrevisto en medio de sus dedos? Este era un momento delicioso, y tú chillabas, "¡Devuélveme mi nariz! ¡Devuélveme mi nariz!" Tú sabías que tu nariz estaba intacta a la vez que te sentías incompleto y tenías que tener tu nariz de regreso, o no sabías qué.
Este juego de la niñez todavía se juega en la vida de una manera u otra. Todo sobre la Tierra es un juego. Lo podemos llamar el juego de Ahora Me ves, y ahora no me ves. Decide. Ven, fusiónate Conmigo.