Dios dijo:
Qué hermosas son las alturas arremolinadas que deseas escalar. Es muy fácil, sabes? No hay nada difícil o lejano para elevarte a donde siempre has deseado llegar. Es instantáneo. Es un desarrollo natural. ¿Cómo se desarrolla una rosa? Esta es la forma de plegarte y desplegarte y, literalmente, encontrarte abrazado en Mi corazón y abrazado para quedarte ahí.
En cierta forma, entonces no hay nada que tengas que hacer. En otra forma, no hay nada que no puedas hacer, pues lo que existe, lo eres. Puedes deslizarte dentro de una rosa que se abre. Puedes montar las nubes. Puedes asir la luna y viajar en ella también. El sol es como tu motor y lo puedes usar como un medallón de topacio amarillo. ¿Quieres leer las estrellas? Puedes leer las estrellas y escucharlas como un caracol. Escalones de luz se deslizarán de ti y volverán. Puedes llegar a cualquier altura que quieras sin esfuerzo. Puedes meter tus dedos en el Océano Índico o flotar en el Mar Muerto. Cuando digo que no hay nada que no puedas manifestar o crear, quiero decir que no hay nada y todo a lo cual no puedas alinearte.
Puedes atravesar de Universo a Universo. Puedes subir un tren o un avión. Puedes transformar y trascender. Puedes sentir lo que es ser cualquier cosa que quieras, qué siente una araña, lo que un cachorro o un cometa sienten. Puedes entrar en cualquier cosa. Puedes trascender cualquier cosa. Puedes ser como quieras ser. Puedes de manera consciente entrar en Mi corazón y quedarte aquí.
La única razón por la que no has ascendido más ahora es porque no lo has creído posible para ti o para ti en este momento. El tiempo y el espacio han infringido sobre ti, y tú les dejas. Has regalado tu libertad. Es como si dijiste: "Aquí tienen, tiempo y espacio, guarden mi libertad por mí. Algún día voy a regresar”. El tiempo y el espacio se fugaron y se llevaron a tu libertad lejos de ti. Te confinaste al tiempo y al espacio. Gracias a ti, el tiempo y el espacio se creyeron que existían aun cuando no lo hacen. Ellos creyeron en sí mismos, mientras que tú ya no creíste en ti mismo. Concluiste que la Eternidad y el Infinito estaban fuera de tu alcance. Estabas seguro de que estabas encadenado y no podías llegar lejos.
Lo que tienes que entender es que ofreciste tus manos para ser esposadas. Te arrestaste a ti mismo. Te ofreciste a ti mismo a los lobos y los llamaste chicos malos. Había tantas cosas vagantes que pensaste hacer, pero lo que era pertinente ni siquiera estaba en tu mira. Te liberaste a ti mismo sólo para esclavizarte a ti mismo al tiempo y al espacio y a todas las otras limitaciones que pudiste imaginar.
Pudiste haber pensado: "Libre para qué? Libre para los riesgos, y libre para el peligro y sus semejantes, libre para fallar, libre para caer, libre para perderte, libre para que te inviten a bailar y libre para bailar y libre para estropear tus pasos."
Que viva la oportunidad de fallar o de saltar en bungee y caer en una nota amarga!
Vamos. Abre los ojos y los oídos y el corazón, y ábrelos bien. Deja de lado todo lo que permites que te detenga. Eres tú mismo quien te ha mantenido atrapado. Has prometido lealtad a permanecer igual y tiraste las llaves de la diversión y el juego. Te graduaste a la edad adulta, y no supiste que te habías quedado atrás.
Tu cuerpo puede ser tu avión. Tienes una entrada gratis cada vez que tiendes la mano. Tienes un pasaje a la India o un viaje en trineo hacia Alaska. Puedes montar un camello. No hay ningún lugar al cual la limosina de tu mente no te pueda llevar.
Eres realmente un agente libre que piensa que todavía está atado a un árbol. Estableces límites para ti mismo cuando ya estabas sin límites. Debes tener una idea de lo que te prometiste a ti mismo cuando te prometiste a subir y subir y subir y subir de nuevo y ser nuevo, y ser nuevo otra vez, y libre para deslizarte al Cielo y llevarte al Cielo contigo dondequiera que saltes a continuación.